Que nuestras solidaridad no sea solo para los europeos, aquí, no tan lejos, y sin un océano que nos separe, hay quienes sufren de un manera más cruel e inhumana.
Muchos hermanos hondureños mueren de hambre a diario o viven peor que cualquier ser vivo por falta de recursos económico.
Como doña Manuela, una catracha que tiene problemas en la vista, por lo que está a punto de perderla y que junto a sus tres nietos viven en la peor pobreza en que se pueda vivir.
Esto en Rancho Grande, Esquías en el departamento de Comayagua. La historia a sido dada a conocer por el periodista Luis Almendares. La casa donde viven, si así se le puede llamar, las paredes son de lámina vieja y con trozos de madera sosteniéndola.
El único fogón que tienen se va cayendo a pedazos. Las condiciones de salubridad no existen por falta de un lugar apropiado para recolectar agua.
No tienen ropa, no tienen comida, solo una cama para los cuatro.
Doña Manuela necesita mil 500 lempiras para un tratamiento curarse las cataratas en los ojos y no posee esos recursos.
Luisito se ha dado a la tarea de recolectar todo tipo de ayuda que los hondureños deseen hacer para esta abuelita y sus tres nietos.
En otras ocasiones ya lo había hecho en historias como: “La joven y su bebé que vivían debajo de un puente” y la “Escuela con paredes de plástico”
Todos los que deseen colaborar lo pueden hacer con:
- Camas
- Ropa buena
- Comida
- Medicamentos
- Y que esta historia llegue a vista y oídos de alguien del gobierno para que se ponga manos a la obra a ayudar a esta familia.
Para comunicarse con él Luis y colaborar, lo puede hacer al numero 97085045.
Foto: Los nietos de Manuela viven en la incertidumbre de cuando comerán
Fotos: Esta es la “Pila” de la familia
Foto: Estas láminas son un peligro para la familia
Foto: Las pocas cosas que la familia tiene se van dañando poco a poco debido al agua y polvo
Fotos: Luis Almendares