Ya van 14 años de postergarse el traspaso del manejo del acueducto metropolitano del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), a la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC).
Todo el retraso ha sido por la falta de fondos para hacer efectivo el pago del pasivo laboral a los trabajadores de la entidad estatal.
Sin embargo, el presidente del Sindicato de Trabajadores del SANAA, César Castellanos, dijo que el traspaso del sistema de agua potable a la alcaldía del Distrito Central se realizará a finales de septiembre próximo.
Castellanos anunció que este servicio tendrá el nombre “Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento”.
Explicó que el traspaso del servicio se realizará de manera gradual por lo que el SANAA no desaparecerá.
¿Pero este cambio de mando vendrá a beneficiar a la capital o será más burocracia para la alcaldía?
Si bien es cierto el actual alcalde ha realizado varios proyectos de infraestructura en la ciudad, ninguno ha ido orientado a mejor las condiciones en que el agua potable llegue a los barrios y colonias que, en pleno siglo XXI no cuentan con una llave de agua para sus hogares.
Sin olvidar que el servicio que el SANAA brinda a los hondureños es de los peor que existe de las instituciones públicas; quién no ha visto cuando los empleados comienzan un “proyecto” de reparar un simple tubo y lo terminan casi tres meses después con cuatro hombres viendo trabajar a uno solo.
El tema del agua ha quedado como algo más que secundario para las autoridades del gobierno y de Tegucigalpa con el pasar de los años.
El último gran proyecto de agua para la capital fue hace más de 25 años, la represa La Concepción, cuando la población apenas era de medio millón de habitantes y ahora es de 1.4 millones de personas, pero lamentablemente en el tema de agua y saneamiento, el Distrito Central ha estado en el abandono.
Hoy en día contamos con solo dos represas, La Concepción y los Laureles, las cuales la gran parte del año pasan a menos de la mitad de su capacidad, y cuando están llenas, lo que más tienen en su interior es lodo gracias a la falta de mantenimiento.
Empresas no pagan
Según datos recopilados por la municipalidad, la Secretaría de Finanzas (Sefin) y la clausurada Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), en el Distrito Central hay alrededor de 16 mil comercios e industrias y el SANAA apenas tiene registradas 800 de esas empresas, resultando evidente que no habido capacidad para cobrarle a todas
Según regidores la municipalidad se ha propuesto mantener la estabilidad de las tarifas del agua por lo menos por dos años y mejorar los ingresos vía eficiencia, eliminando los pegues clandestinos y las mafias que históricamente han hecho grandes negocios con el agua que no es facturada.
Al final de todo, es el más pobre quien sufre la falta de agua potable en sus hogares, pero ¿podrá o no la alcaldía mejorar esta situación en Tegucigalpa?