El Club Deportivo Motagua, actual bicampeón del fútbol hondureño, celebra este martes su aniversario número 89 de existencia, y vaya que la festividad por parte de los azules se ha hecho notar, pues todos sacan el pecho de orgullo por ese color que tanto aman; el azul profundo.
Un 29 de agosto de 1928… Y el resto es historia, una memorable y única, apasionante y especial, compartida por miles y miles de personas en todo el país, entre ellos un “Pelón” que se hace sentir cuando juega el “Ciclón” como local.
No, no es directivo del club, tampoco parte del cuerpo técnico y mucho menos un jugador, pero cuando las “Águilas” juegan en su nido este personaje no puede fallar.
Si sos un aficionado de “tele” obviamente no vas a saber quién es él, pero si vas constantemente al estadio lo pintas de pies a cabeza, ya que en el sector de Silla anda de arriba para abajo y de izquierda a derecha, como si toda la tribuna fuera de él… ¡La pasión lo mueve!
Hablamos nada más y nada menos que de Wilmer Zelaya, conocido por muchos como “El Pelón”, quien se cree entrenador e incluso el líder de una barra por todo lo que hace cuando su equipo juega en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.
Si el Motagua juega mal o un jugador se equivoca no la piensa dos veces para gritar y dar indicaciones: “¡Da bien el pase, hombe! ¡Móvete, móvete! ¡Cambia de banda! ¡Por la gran p… no podés fallar!”, entre muchas cosas más.
Y cuando mira que la afición está medio apagada se da la vuelta y también es directo para decir las cosas: “¡Despierten, hombe! ¡Motagua, Motagua! ¡Comencemos la ola, pué!”, entre otros señalamientos.
“Gracias a Dios cuando estoy en Honduras no fallo, siempre vengo a ver a mi equipo, incluso cuando juega afuera de Tegucigalpa (…) Me trae mucha ilusión el bicampeonato, ahora todos queremos el tricampeonato y hay esperanza de conseguirlo”, mencionó el popular ‘Pelón’.
Definitivamente un aficionado azul digno de resaltar en una fecha tan importante; de momento espera que su equipo regrese al Estadio Nacional para seguir apoyando y crear su propia historia en busca del ansiado tricampeonato.
¡Felicidades familia motagüense!
