El amor por la Patria no tiene barreras. Así quedó comprobado hace unos minutos con una alumna de la escuela Pequeños Apóstoles.
Con su gorra verde y camisa verde, llamó la atención de inmediato cuando entró a la pista del Estadio Nacional y se ganó los aplausos del pueblo.
La niña demostró que no hay barrera que la detenga. Ojalá que todos los hondureños seamos como ella. ¡Qué corazon!