¿Es Rubilio Castillo el máximo goleador histórico que quiere el motagüense?

Foto del Diario Deportivo Más.

Este domingo el Fútbol Club Motagua le pasó por encima al Platense en una jornada más de nuestra Liga Nacional, consiguiendo una victoria de 5-1 y dando un paso importante en sus intenciones de clasificar directamente a semifinales.

Pero como dicen por ahí: “Vamos paso a paso”, y antes de pensar en lo que se viene como club es importante destacar un hecho apremiante, ya que uno de esos cinco tantos fue marcado por Román Rubilio Castillo.

Con ese gol el delantero de las “Águilas” alcanzó el tercer lugar en la tabla de goleadores históricos en Motagua, algo que definitivamente se debe señalar y aplaudir.

Máximos Goleadores Históricos del “Mimado”

1. Antonio “Toño” Obando (77 Goles)
2. Amado Guevara (72)
3. Rubilio Castillo (60)
4. Óscar “Martillo” Hernández (59)
5. Luis “Chito” Reyes (54)
6. Jairo Martínez (53)

https://youtu.be/vxLYTsmvXW4?t=40s

Esta anotación de “RORUCA” le valió para superar en la tabla de goleo a nada más y nada menos que Óscar el “Martillo” Hernández, y ante ello surge una pregunta…

¿Es Rubilio Castillo el máximo goleador histórico que quieren los motagüenses?

La duda puede surgir si analizamos los primeros lugares en dicha tabla, la cual obviamente está compuesta por ídolos de la institución azul.

¿Acaso es Rubilio un ídolo en Motagua? Obviamente no, así que muchos podrían no estar de acuerdo con que supere a Amado Guevara o Antonio Obando, siendo esta una situación comprensible.

Sin embargo hay algo que nadie puede esconder, y es que si Rubilio consigue alcanzar el primer lugar es porque los torneos que vienen para él serán muy provechosos en goles, y eso significaría que el “Ciclón” estaría siempre peleando por títulos.

Incluso basta con que Motagua quede campeón este torneo para que el futbolista y sus compañeros pasen a la historia, ya que sería el primer Tricampeonato de la institución.

En fin, es un hecho que Rubilio no es un ídolo ni nada por el estilo, pero puede convertirse en alguien que marque su nombre de una manera especial en el nido.

¡Grande RORUCA!

Y ojo; los ídolos no nacen, se hacen…