Carros que van y vienen en pleno bulevar, sonidos de pitos, vendedores diciendo ¡¡¡Lleve lleve!!! con un viento que pone a titubear a cualquiera, se encuentra un toldo amarrado en un árbol simulando una “casita” en plena mediana del bulevar del norte.
Dentro de la “casita” una colchoneta muy delgada, ropa y unas cuantas cobijas rotas; por ahí se ven dos carritos de madera, y una carreta de esas que venden naranjas.
Justo en ese lugar habita Fernando Alfonso Duarte con su esposa Heidy Alvarado y sus cuatro hijos, niños, que andan entre las edades de 1 y 7 años, con un alto grado de desnutrición, que no se necesita ser doctor para darse cuenta.
Foto: Abigail (6) y Fabiola(3) Duarte.
“Tenemos más de 6 días de estar durmiendo acá en la calle porque ya no tengo dinero para pagar un cuarto y si lo hago no le doy de comer a mis criaturas”, dijo Duarte.
Don Fernando trabaja vendiendo cepillos de dientes y pastillas como diclofenac, ibuprofeno esto lo hace en el mercado zonal Belén, ahí hace 140 Lempiras diario claro cuando le va bien.
Foto: Wilson (7), Abigail (6). Josué (1) y doña Heidy Alvarado.
“Este trabajo lo más que me da son 140 Lempiras, y solo de cuarto pagaba 100 diarios, solo me quedaba 40 para darles de comer a mis hijos, ellos se me estaban muriendo de hambre”, agregó Duarte.
Ellos vivian antes por la Cuesta del Centavo y trataron de hablar con el dueño, para que les diera más barato el cuarto, pero no lograron nada, más bien los corrió del cuarto.
“Cuando hablamos con el señor, para que nos diera el cuarto más barato, más bien nos sacó el machete y nos corrió, por eso llevamos durmiendo acá hace seis días”, dijo Alvarado.
Con los 140 Lempiras que ahora le quedan libres por así decirlo compra agua para bañar a los niños, vasos de leche para darle a Fabiola(3) y Josué (1) sobra decir que es leche entera la cual les cae mal a su estómago por ser muy fuerte y aparte no estar hervida o esterilizada.
Gracias a Dios la gente se ha mostrado muy solidaria con ellos donándoles de vez en cuando comida, brindándoles ropa, hay personas que les dan hasta medicamentos para la gripe y la diarrea.
Pero esto no es suficiente, como buenos hondureños y buenos hermanos que somos debemos de ayudar a está familia, brindándoles un techo.
Claro la ropa, los medicamentos, y la comida es muy importante, pero lo primordial es quitarlos de ese lugar, uno, porque la zona es peligrosa y dos, es un bulevar donde la mediana es muy pequeña y pasan camiones a cada rato.
“Yo no quiero que me mantengan ni a mi, ni a mis hijos, a mí muchas veces me da pena, pero debido a la situación es que acepto y soy un hombre muy honrado que prefiere pedir que robar”, dijo Duarte.
Si usted tiene la voluntad de ayudar a esta familia vaya a brindarle su apoyo, ahorita cualquier ayuda es buena, ropa, colchas, pañales medicamentos, y recuerde dinero en efectivo, para que puedan pagar una habitación.
La ubicación es Mercado Zonal Belén, bulevar Norte, al frente de la panadería HonduPan, y si usted por “X” o “Y” motivo no puede ir, contáctese con nosotros que con gusto le haremos llegar su donación.
NOTA DEL EDITOR:
Hago un llamado URGENTE al presidente de la República, Juan Orlando Hernández Alvarado, para que ponga manos a la obra con esta familia que literal, está muriendo de hambre. A los demás candidatos políticos, a los cientos de candidatos por el departamento de Francisco Morazán, a los líderes de las iglesias, Cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, Evelio Reyes, René Peñalba y a la sociedad civil en general.
Se predica con el ejemplo y la mejor manera de hacerlo es sacando de la calle a esta familia que lucha con todas sus fuerzas y su alma por mantener vivos a sus hijos, educarlos de la mejor manera y alejarlos de los vicios y la delincuencia.
“Son más nobles las manos que ayudan que los labios que rezan”.
¡Urgente!
Fotos: Alexis Hernández.
Foto: Familia completa.
