“Quiero jugar en Europa”… ¡Grande, Quioto!

Esas palabras del hondureño Romell Quioto pueden parecer normales, sencillas hasta cierto punto y obvias por ser un jugador joven, pero créanme, tienen un gran valor.

Actualmente el famoso “Romántico” del gol juega en el Houston Dynamo de la MLS de los Estados Unidos, y es a ese fútbol al que le debemos tener miedo.

Pero… ¿Cuál es el temor?

Bueno, yo lo defino con una palabra: “Comodidad”.

Muchos jugadores de América Latina llegan a Estados Unidos, están bien pagados y están cerca de su familia, por lo que entran a la monotonía y lamentablemente no crecen en su carrera.

Un claro ejemplo de ello es Boniek García.

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Admitan que en su momento muchos pensábamos que podría llegar a la élite del fútbol mundial, no sé, Inglaterra, España u otro país similar como lo hicieron Maynor Figueroa y Wilson Palacios.

Lamentablemente no sucedió, y con una nuevo contrato en este 2018 el volante cumplirá siete (7) temporadas con el Houston Dynamo, llegando así a sus 34 años de edad.

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No digo que Boniek no haya tenido aspiración ni nada por el estilo, pero la realidad es que se quedó cortó con respecto a lo que todos nos llegamos a imaginar de él.

Y ese es el temor; que los jóvenes catrachos del equipo naranja Romell Quioto y Alberth Elis se “acomoden” al fútbol estadounidense, que pasen siete temporadas y no se muevan, apagando la llama de lo que podemos denominar como “promesa”.

Es por ello que las declaraciones de Quioto son dignas de destacar:

“Mis metas este 2018 es seguir creciendo, gracias a Dios tengo la oportunidad de estar en en el extranjero representando dignamente al país, pero quiero jugar en Europa. Hay que seguir trabajando porque se están poniendo escasos los jugadores hondureños en el extranjero”, afirmó en declaraciones por el Diario Deportivo Diez.

Esperemos que sus deseos para el 2018 se cumplan en su totalidad, que brille con su equipo y que posteriormente se le abra una puerta para poder llegar al “Viejo Continente”.