¡De escándalo! Teatro Memorias presenta obra prohibida para menores de 18 años

¿Qué se trae el Teatro Memorias entre manos? ¿Con qué sorpresa nos saldrá con la obra La Ronda? ¡Qué se agarren los puritanos, los doble moral, los mojigatos, los uñitas escondidas, los que son más papistas que el Papa!

Ahora nos explicamos por qué no hubo funciones en abril: porque estaban preparando una obra explosiva en la que el sexo y la hipocresía de la sociedad son elementos fundamentales.

Pero, al fin de cuentas… ¿A quién no le gusta el sexo bien jugado en la cama, en el asiento de atrás del carro, en un rincón, en la sala, en un elevador, en la playa, sí, hecho con libertad, con pasión, sin tabúes, sin prohibiciones?

Le hablé a Óscar Quiroz, el joven y talentoso actor (tienen que ver en escena a este chavo), que interpreta al Señorito y al Poeta, para que nos explique más o menos de qué trata esta obra dirigida por el maestrazo Tito Ocho con la asistencia de la bellísima Inma López y José Luis Recinos.

Antes, un ANUNCIO: La Ronda estará en escena del 17 de mayo al 9 de junio en tandas de: jueves 7 pm, viernes 7 pm y sábado 4pm y 7 pm.

 

Lo primero que llama la atención es… ¿Por qué es prohibida para menores de 18 años?

Porque hay escenas fuertes… El contenido no es apto para menores de 18. El que sea mayor de 18 puede ir, pero a los niños y los muchachos los dejamos esta vez en casa.

La Ronda fue censurada dos veces en su época, fue un escándalo, pero muchos autores han coincidido en que es una obra cúspide, legendaria, referente; para el público de aquella época fue bastante escandaloso ver en escena cosas que ocurrían en la vida real, pero de la que nadie quería hablar o aceptar que estaban involucradas, como hombres que estaban con su esposa, luego le hacían el amor a la sirviente, a la amante…

Poco ha cambiado..

Sí, poco ha cambiado, todo el mundo lo hace, pero nadie lo acepta por mantener la imagen. La obra fue escrita en 1897, así que ya te podés imaginar el escándalo.

Aunque ha pasado tanto tiempo, en Tegucigalpa todavía quedan muchos puritanos…

Bueno, pues al que le quede el guante… ¡Qué se lo plante, ja, ja, ja! Arthur Schnitzler la escribió precisamente para eso: para criticar la doble moral y mojigatería de la época.

Hábleme de la obra…

Te diré que revolucionó la escena, la estructura de lo que se hacía hasta en ese entonces en teatro. No te voy a decir mucho para que la vayás a ver, pero es la primera vez que se ve una obra así en Tegucigalpa. Resulta todo un reto, es única por su estructura. Muchos de sus elementos de la técnica fueron incorporados después al cine. Cuando vayás vas a decir “Yo esto lo he visto en algunas películas”.

¿Todo un reto La Ronda para ustedes?

¡Sí! Con los demás actores discutíamos que las clases bajas tenían mayor libertad con la sensualidad, mientras que las clases altas trataban de ocultar la cosas para mantener la imagen, aunque fueran infieles o adúltero, lo mantenían en secreto, porque era todo un escándalo que la sociedad se enterara.

¿Usted interpreta a dos personajes: El Poeta y El Señorito?

Sí. Son diez personajes en la obra que representan los arquetipos de la sociedad. Le tira duro a los políticos, a los clérigos, a la sociedad en sí… Yo interpreto a dos de ellos: El Señorito, que es el hijo de papi y mami, representante de la clase alta, privilegiado, arrogante, se las quiere tirar de ejemplar; en esta sociedad vemos mucho de eso. El Poeta representa al gremio artístico. Recuerden: ¡Prohibida para menores de 18 años!

¿Cuánto tiempo le dedicaron a los ensayos?

Dos meses, con ensayos de cuatro o más horas de lunes a viernes. Ha sido arduo, un laboratorio teatral, todo una experimentación, porque era de ensayo, probar, quitar, probar otras cosas, todo un descubrimiento. El que diga que no hay investigación en el teatro es mentira.

 

PD: Lo del titular, obviamente, fue para llamar la atención. Cuál escándalo ni que ocho cuartos. Andá al teatro… ¡Y no seán doble moral!