Señores de la Penafuth: Niño U12 se fractura en El Tizatillo… ¡Y ni una pinche camilla había!

Por RAMÓN LÓPEZ P.

Momentos de tensión se vivieron el sábado en el “proyecto Gol” de El Tizatillo (ja, ja, ja, la estafa de Callejas, que nos pajeó con una cancha en el cu… del mundo), cuando un niño del equipo Huracanes U12 se fracturó un brazo.

Entrenadores y padres de familia auxiliaron al pequeño Eduardo, lo cargaron -apoyaron su cabeza en una tabla-, y se lo llevaron hasta El Seguro Social.

¿Se imaginan todos los minutos de sufrimiento del niño, quien es parte de las Ligas Federadas de la Penafuth, alias Farsafuth, hasta que llegó al Seguro?

Cada fin de semana, decenas de niños juegan en las canchas de La Vega (potrero), y El Tizatillo, a la mano de Dios.

Los nuevos dirigentes de la Penafuth; los tales diputados de las Ligas Menores (farsantes casi todos); los ex futbolistas ahora convertidos en diputados; los clubes de la Liga Nacional; la Conapid; el Gobierno; NO hacen absolutamente nada por el desarrollo del fútbol menor.

Sólo ven el negocio de la mediocre selección mayor, hablar paja en los medios de comunicación, viajar y posar por las fotos.

¡¡¡RENUNCIENNNNNNNNNNNNN!!!

Hace unas semanas, un niño estuvo a punto de morir luego de un encontronazo, y ni eso conmovió a estos dirigentes inútiles.

¿Qué esperan? ¿A qué ocurra algo peor?

Es tiempo que alguien reaccione y acondicione las canchas de tierra que hay en la capital para que los niños puedan entrenar y jugar en condiciones de dignidad.

No puede ser que El Birichiche sea utilizado para viejos panzones y mediocres que les quitan derecho a las Ligas Menores.

IMG-0886

FOTO: Momentos de tensión se vivieron con la fractura del pequeño Eduardo.

Señores de la Penafuth: es su obligación velar por el bienestar de los niños de la Ligas Menores Federadas. NO es un favor.

Hagan algo. Despierten. Salgan de la comodidad. El fútbol hondureño no solo es la H.

Señores de la Conapid: dejen de negocios alquilando El Birichiche; esa cancha es para los niños. Los viejos… ¡Qué alquilen canchas privadas!

¡Qué vergüenza!