Keosseián culpa al arbitraje por no ser campeón… ¿Le dan la razón?

Foto: Frank Aguilera.

Se terminó el domingo 16 de diciembre del 2018, y esa fecha como tal ya ha pasado a la historia de nuestra Liga Nacional, coronando como campeón del fútbol hondureño al FC Motagua.

Los azules en el partido de vuelta cayeron 0-1 ante Olimpia pero el global terminó 2-1 a su favor, por lo que celebran otro título importante ante su más enconado rival.

Al final del encuentro obviamente tuvimos reacciones, tanto de aquellos que celebraron como de aquellos que terminaron siendo subcampeones, como por ejemplo su técnico Manuel Keosseián.

“Olimpia perdió el campeonato por Héctor Rodríguez y Pedro Rebollar, en el partido de vuelta fuimos superiores, solo hubo un equipo en la cancha”, mencionó el uruguayo.

Foto: Frank Aguilera.
Foto: Frank Aguilera.

En pocas palabras Keosseián culpa al arbitraje por no ser campeón en este Apertura 2018, y ante dicho señalamiento les consulto… ¿Le dan la razón?

Comprendo que una expulsión en el partido de ida terminó afectando sí o sí, pero hay varias cosas a señalar, y es que nadie puede negar que desde cualquier punto de vista Jonathan Paz se equivocó en la acción en la que le muestran la segunda amarilla.

Dejando ese tema de lado, si solo hubiese existido un equipo en el juego de vuelta el marcador hubiera terminado con goleada a favor de los blancos, pero no, por delante tenían a la mejor defensa del torneo, y ojo, no lo digo yo, lo dicen los números.

Foto: Frank Aguilera.
Foto: Frank Aguilera.

Además, el aparente dominio del Olimpia en el partido se dio con más garra y entrega que otra cosa, y posiblemente eso hizo falta para al menos empatar el global, y habló exactamente de fútbol.

Entonces… ¿El arbitraje le terminó quitando el título al Olimpia?

Bueno, cada quién tiene una opinión al respecto; yo considero que no, al final los azules fueron más regulares en todo el torneo y los Leones nunca se encontraron con la versión futbolística que buscaban.

Al menos yo no comparto las declaraciones de Keosseián, quien dicho sea de paso de ocho partidos dirigidos apenas ganó dos, empató tres y perdió tres, cosechando así un saldo negativo que de una u otra manera terminó pesando.