Los seres humanos nos merecemos la pandemia, terremotos, plagas y cientos de cosas malas por nuestras acciones. En redes sociales anda rodando una fotografía de un grupo de hondureños que asesinaron un tapir en la zona de La Mosquita.
En la fotografía se puede ver a 4 hombres posando con su “trofeo” en medio de las piernas. Dicha fotografía ha causado indignación en gran parte de la población hondureña y en grupos de conservación animal de Centroamérica que velan por esta especie en peligro de extinción.
Para los que no saben, los tapires son animales de suma importancia para el medio ambiente. Este animal cumple con una gran función en los bosques tropicales. Los tapires cumplen con la dispersión de semillas gracias a las grandes distancias que recorre.
La mayoría de las especies de tapir habitan en América, pero se encuentran en algún grado de amenaza principalmente por la destrucción de su hábitat y por cazadores furtivos que deciden arrebatarles la vida, para posar con sus cuerpos y otros que deciden vender su carne.
Lo más triste de todo, es que estos animales tienen una reproducción lenta. Tienen una sola cría por parto y la gestación dura 13 meses, por lo cual solo logran parir cada dos años, ya sea en su ecosistema natural o en cautiverio, teniendo un promedio de vida de solo 20 años.
Honduras tiene el privilegio de incluir en su lista a este animal, pero con este tipo de acciones puede ser que los tapires desaparezcan de las selvas hondureñas. En los últimos años este tipo de acciones ha incrementado considerablemente, sin contar que la tala y el deterioro del bosque ha obligado a estos animales a recorrer largas distancias para buscar un hogar.
Seamos conscientes y tratemos de salvaguarda la vida de la fauna hondureña. Denunciemos este tipo de actos que no benefician en nada a nuestros recursos naturales. Eduquemos a los más pequeños, para que en el futuro se conviertan en los encargados de velar por la fauna del país.
