Nos llevaría toda una vida agradecer todo lo que hizo Sor María Rosa ¡Gracias infinitas!

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Luego de varias semanas de aferrarse a la vida, autoridades eclesiásticas del país han confirmado que ha fallecido a sus 93 años de edad, Sor María Rosa Leggol, quien por varios años dedicó su tiempo a la iglesia, a ayudar a personas desamparadas, y a niños que se encontraban en riesgo social.

En el mes de julio, Sor María fue hospitalizada por dar positivo en una prueba de COVID-19. El virus afecto muy fuerte su estado de salud, causando que entrara en un coma hepático. Luego de varias semanas de una constante lucha y de oración pudo vencer a virus, pero a causa del mismo, su cuerpo quedó muy debilitado, y según información brindada por las autoridades de la iglesia falleció a causa de una cirrosis hepática.

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Según medios de comunicación de la Iglesia Católica, su cuerpo será llevado al Templo de Suyapa donde esperan darle el último adiós, a esta gran mujer que estuvo presente en la vida de miles de personas; brindando consejos, ayudando y sirviendo como buen ejemplo de la Comunidad Franciscana, orden a la que ella pertenecía.

Sor María Rosa Leggol nació en Puerto Cortés el 21 de noviembre de 1926. Perdió sus padres a temprana edad y quedó al cuidado de sus padrinos teniendo que trabajar desde muy joven, para cooperar al gasto de su casa. Se hizo miembro de la congregación de las hermanas Franciscanas de la provincia latinoamericana.

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El 13 de junio de 1949 recibió los hábitos como hermana de la orden de San Francisco. En 1966 fundó la Sociedad Amiga de los Niños, que se convirtió en un modelo privado de protección integral de la niñez y adolescencia, que velaba principalmente por sus derechos y necesidades.

Sor María Rosa, era llamada la María Teresa de Centroamérica por su gran vocación de servir; tenía más de setenta años de vida religiosa, logró ayudar a más de 87 mil niños y jóvenes de la calle o en riesgo social, siendo ella una amiga, una madre solidaria, que se encargó que nunca les faltara lo necesario para que fueran felices.

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Q.D.D.G. Sor María Rosa Leggol