Siempre que vamos al centro y pasamos por el Paseo Liquidámbar es inevitable dejar de pasar frente al Museo para la Identidad Nacional (MIN) para sacarnos una fotografía bajo los adornos que han sido sensación desde que aparecieron por primera vez en 2014, en ese entonces con las sombrillas.
Este año nuevamente el MIN ha sorprendido con la presentación de vinilos de varios colores, pero esta vez teniendo un significado adicional, siendo un homenaje a las figuras de arte y la cultura hondureña que se ha perdido durante la primera década de este siglo XXI. En los mismos se logra apreciar los nombres de Ezequiel Padilla Ayestas, Ulises Rivera, Francisco Pinto Rodezno, Benigno Gómez, Hermes Armijo Maltez, Miguel Ruíz Matute y Juana Pavón.
Ezequiel Padilla fue un reconocido pintor, falleció en 2015, Ulises Rivera expiró en 2019, quien fue un importarte y excepcional artista, que le gustaba pintar paisajes hondureños; Francisco Pinto Rodezno fue un destacado artista con reconocimiento a nivel internacional, partió de este mundo en 2019, algunas de sus obras se pueden apreciar en el museo virtual de Banco Atlántida.
El destacado pintor Benigno Gómez, murió a los 83 años de edad en el año 2017, su obra Las palomas fue seleccionada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para una serie de sellos filatélicos publicados en 1977, Hermes Armijo Maltez fue un artista expresionista figurativo, ganó varios premios, como el Premio Nacional de Pintura «José Cecilio del Valle», Miguel Ruíz Matute se hizo famoso en México, país que le llenó de reconocimientos, feneció en Inglaterra en 2018.
Y, por supuesto, Juana «La Loca» Pavón, una poeta que con sus versos enaltecía a las mujeres y criticaba los problemas sociales que vive nuestro país, la artista perdió la vida en 2019 tras una larga lucha contra el cáncer, en su momento dijo desde el hospital «¡Qué se jod* el cáncer!». En la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se velaron sus restos y varios estudiantes llegaron a despedir a la que, quizás, fue la mujer más sincera que tuvo el país.
Esta es la cuarta presentación que realiza el museo frente a sus instalaciones. En 2014 presentó las «Sombrillas» de colores, para el 2016 la presentación fue con «Pixeles», se utilizaron botellas plásticas a las que se les agregó agua con añilina y se formaron obras de arte con ellas, para el 2017 la trama se centró en la colocación de lámparas, «Siluetas», que en el día daban sombra, pero en la noche plasmaban patrones y colores en el suelo y alrededores.
Para esta nueva exhibición el MIN contó con la ayuda de Naranja Republik para la creación e instalación de todo, la misma está a la vista de todos los transeúntes desde el pasado 19 de enero y gracias a la luz del sol, los llamativos colores adornan la calle peatonal y parte de la infraestructura del museo.
El mosaico de colores de «Vinilos» hace que una vez más los capitalinos tengan un espacio donde se puedan tomar una fotografía, debido a que Tegucigalpa muy pocas veces cuenta con espacios de este tipo. Habrá que esperar para que las personas puedan entrar a los museos y disfrutar del arte que los artistas nacionales han elaborado en estas tierras.
