Adaptándose a la situación, ahora puedes pedir los famosos panes de La Bolsa a domicilio

Foto: Pavel Aguirre

Si hay un lugar emblemático en Tegucigalpa por su comida, es sin duda el local conocido por los capitalinos como Panes La Bolsa, pero que en realidad se llama Panecillos Juanita. Ubicado en el Barrio La Bolsa, este lugar tiene la fama de tener los mejores panecillos con frijoles de la ciudad, a tal grado, que figuras de la talla de expresidentes y ex embajadores de Estados Unidos han llegado a deleitar su paladar con este suculento panecillo.

Personas de todas las edades han llegado hasta aquí, el negocio funciona desde 1954, o sea, más de 67 años funcionando y encantando el gusto de todo aquel que llega. Es por ello que decidimos trasladarnos hasta allá para platicar con las damas que laboran en dicho local, y desde que llegamos, notamos a muchas personas en las aceras con su pan en mano, como los gatos, lamiendo sus bigotes.

Foto: Pavel Aguirre

Una vez entramos, el olor exquisito del frijol se filtró por nuestra mascarilla e invadió el olfato, haciendo que rugiera el estómago, puesto que eran horas tempranas de la mañana. Ahí, muy amablemente nos atendió la señora Mercedes Fonseca, que accedió a platicar con nosotros y darnos los detalles de su exitoso negocio.

Cabe señalar que, este establecimiento ha estado bajo la administración de tres generaciones de la misma familia, nos referimos a Mercedes Durón, quien fundó el negocio, Juana Fonseca, madre de Mercedes y por quien el lugar lleva su nombre, y ahora bajo la gestión de Mercedes. Y el local, por lo que parece, tendrá la dirección de los hijos de la señora Mercedes Fonseca, sobre todo, de Michelle Andino, quien desde ya se ha involucrado mucho en la administración.

Foto: Pavel Aguirre

Secreto a voces

A quien se le pregunte, siempre nos recalcará que el sabor picosito que tienen los frijoles son el éxito de este sitio, aunque para Mercedes hay otro secreto más. «Creo que uno de los secretos es que mantenemos eso de la tostada en el fuego, los pancitos, el sabor de los frijoles que los cocinamos en fogón que le da un sabor especial. Y yo trato la receta como si fuera para mi casa», señala.

Durante todo este tiempo, la tostada de los panes se ha mantenido realizándose en fogón, teniendo este la ventaja que aunque no haya servicio de energía eléctrica, el negocio no para de trabajar. Todos esos factores han vuelto todo un éxito este local, que es visitado por muchas personas, clientes que hasta han visto como la familia ha ido creciendo.

Foto: Pavel Aguirre

«Yo me siento orgullosa porque mi mamá con esto ella salió adelante, me sacó adelante a mí, que pude sacar la escuela y el colegio. Lo mismo yo, que aquí he vivido y he estado manteniendo a mis hijos y ellos están estudiando, tengo una hija que ya se va a graduar gracias a este negocio», relata con orgullo.

Durante nuestra estadía, llegó un miembro del Benemérito Cuerpo de Bomberos, perteneciente al Cuartel General ubicado en las inmediaciones del Estadio Nacional. «Venimos frecuente con nuestros compañeros, siempre por las mañanas. Siempre nos ha gustado cómo nos atienden, la preparación de los panes y ese picantito que siempre nos ha encantado», nos dice el suboficial, Perdomo.

Foto: Pavel Aguirre

El matafuego nos contó que desde hace 20 años llega a comprar al local, y al igual que él, varios compañeros también encargan su pan con frijoles. Otros que también compran aquí son trabajadores de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos (Insep), Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA), miembros de la Policía Nacional, periodistas de diferentes medios de comunicación y en su momento, Rafael Callejas, José Simón Azcona (que en paz descansen), James Nealon y Ricardo Álvarez, también han sido clientes.

Es por eso que aquí el estatus social no importa, se pueden ver bomberos, policías, políticos, albañiles, carpinteros, periodistas, enfermeras, todo aquel que llega es tratado por igual. Y todos ellos prefieren comer aquí por su servicio, o como dice Mercedes, la comida aquí se hace como si fuera para la casa.

Foto: Pavel Aguirre

Debido a la situación que vivimos por el COVID-19, Panecillos Juanita ha tenido que realizar cambios para seguir atendiendo al público, por ejemplo, tienen a disposición de todos un dispensador de gel, pediluvio y como una medida de prevención, no se puede consumir dentro del local, será hasta más adelante, cuando todo mejore, que nuevamente estarán disponibles las bancas para que se pueda consumir dentro del lugar.

Lamentablemente desde marzo hasta el mes de junio, permanecieron cerrados, pero siempre se saca algo positivo de las adversidades, en este caso, desde junio Panecillos Juanita se renovó y puso a disposición de su clientela el servicio a domicilio. Para hacer uso de este servicio solamente deben de llamar a los números +504 2225-6686 o +504 9967-4770 para realizar sus pedidos.

Foto: Pavel Aguirre

En cuanto a los precios, los que vienen con frijoles y mantequilla valen 15 lempiras, el de 17 trae frijoles, mantequilla y huevo, y por un lempira más se le puede agregar queso, además, hay refrescos en botella, jugos y hasta cafecito para acompañar el panecillo.

Ya con nuestro pedido en mano para traer a nuestra oficina, la señora Mercedes Fonseca invitó a todos a llegar al local. «Invitamos a todos los capitalinos que vengan a seguir degustando nuestros panecillos y para los nuevos clientes, siempre estamos aquí en el Barrio La Bolsa, siempre mantenemos la receta de mi abuela y de mi mamá, con ese sabor picantito. Aquí estamos con los brazos abiertos para esperarlos», concluyó.

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