16 de abril; el día en que el mundo hace conciencia en contra de la esclavitud infantil

Foto: Doble Llave

El 16 de abril se celebra el Día Mundial contra la Esclavitud infantil, el origen proviene del asesinato de Iqbal Masih de 12 años, ocurrido en el año 1995, quien a la edad de 4 años fue vendido por su padre a una fábrica de alfombras de Punjab porque necesitaba un préstamo para pagar la boda del hijo mayor.

Iqbal fue cedido a un fabricante de alfombras pakistaní as por su padre a cambio de un préstamo de 600 rupias que necesitaba para hacer frente a los gastos de la boda de su hijo mayor, Aslam.

Youtube/SolidaridadTV

Masih fue obligado a realizar jornadas laborales de más de doce horas, durante las cuales estaba encadenado al telar donde trabajaba y fue golpeado en varias ocasiones.

Con el tiempo, los intereses de la deuda de su padre se fueron incrementando, por lo que, en la práctica, Iqbal permaneció varios años en la esclavitud.

Un domingo de 1992, cuando tenía diez años, consiguió escapar de la fábrica y se dedicó a denunciar la situación de esclavitud en que vivían otros muchos niños de su país, para lo que contó con el apoyo del sindicato Bhatta Mazdoor Mahaz (Frente de los trabajadores de ladrillos).

Su ejemplo trascendió y recibió premios internacionales en Estocolmo y en Boston, con los que decidió abrir una escuela.

Iqbal recibió un disparo mortal de Ashraf Hero, mientras visitaba a familiares en Muridke, Pakistán, el 16 de abril de 1995, domingo de Pascua. Tenía 12 años en ese momento. Su madre dijo que no creía que su hijo hubiera sido víctima de un complot de la «mafia de las alfombras».

Sin embargo, el Frente de Liberación del Trabajo en Condiciones de Servidumbre no estuvo de acuerdo porque Iqbal había recibido amenazas de muerte de personas relacionadas con la industria de alfombras paquistaníes.

Se calcula que 400 millones de menores en todo el mundo son esclavos, de los cuales 168 millones trabajan y 85 millones de ellos lo hacen en condiciones peligrosas.

Foto: El Impulso

UNICEF advierte que la violencia, la explotación y el abuso frecuentemente están a cargo de personas que el niño conoce, incluyendo los padres y madres, otros familiares, cuidadores, maestros, autoridades policiales, agentes estatales y no estatales, y otros niños.