La hermosa ciudad Comayagua continúa destacándose por poseer el reloj más antiguo de América

Honduras está lleno de bellezas que nos otorgaron como un tesoro nuestros antepasados, muchos lugares turísticos de nuestro país cuentan con estatuas, objetos, entre muchas cosas más. Tal es el caso de la hermosa ciudad colonial como lo es Comayagua, sitio que orgullosamente posee el famoso y destacado reloj más antiguo de Centroamérica, mismo que es ubicado en la posición número 4 a nivel mundial.

Comayagua, es conocida por ser la antigua capital del país en el periodo colonial, fue fundada como Villa el 8 de diciembre de 1537 por el capitán Alonzo de Cáceres, en nombre del Rey de España Carlos I. En el año de 1543, el Rey Felipe II la nombró la Nueva Valladolid de Comayagua, catalogándose como ciudad el 20 de diciembre de 1557.

Con base a los acontecimientos, historiadores comentan que el reloj fue fabricado por los moros o árabes que penetraron en España antes del siglo X, siendo desechados en el año de 1492.

Sin duda para todos los hondureños estos acontecimientos son enriquecedores debido a que con solo una palabra o una frase puede ayudarte a imaginar todo lo que sucedió para poder tener una reliquia tan hermosa dentro de nuestro territorio.

 

Según relatos, los árabes se apoderaron de varios objetos, entre estos se encontraba el reloj, seguidamente fue otorgado al duque CoCentaina, mismo fue obsequiado en ese entonces al Fray Jerónimo de Coreia, que fue nombrado obispo en una ciudad española y era hijo del duque, quien supuestamente dijo “Te regalo mi reloj árabe de la Alhambra, Sevilla para que lo pongas en tu catedral cuando la construyas”.

Fray Jerónimo de Coreia mantuvo el reloj en una torre de madera en la plaza, mientras se desarrollaba la construcción de una torre de cantería. Posteriormente, el magnífico objeto, llegó a Comayagua como un regalo por orden del rey Felipe III.

El reloj trabaja a base de peso, conformado por ocho ruedas de las cuales cuatro son para engranajes, tres para las pesas y una que mueve el péndulo. El tiempo es marcado por campanadas, dando así los cuartos, las medias y las horas en punto.

Este fascinante tesoro funcionó por primera vez en la iglesia Nuestra Señora de La Merced donde estuvo 75 años hasta el año 1715, trasladándose hasta La Catedral de Comayagua, además, ha sido intervenido en dos ocasiones, la primera debido a que se restauró la Catedral en 2007, y la segunda, fue en el mes de abril del 2016, por imperfecciones que tenía en sus engranajes.

En honor a lo valioso que es para los ciudadanos hondureños el reloj, desde hace 10 años, se ha vuelto una tradición en cada 31 de diciembre, ir hasta la catedral de esta ciudad a recibir el año nuevo con juegos artificiales, en compañía de familia y amigos.