El ambiente no era el más favorable, una secuencia de malos resultados hizo que el entusiasmo de un país en su equipo poco a poco se perdiera, a pesar de eso, la afición llegó al Estadio Olímpico Metropolitano con la esperanza de ver el primer triunfo de la bicolor en estas eliminatorias rumbo a Qatar 2022 contra la selección de Panamá.
En una noche fría, un césped mojado y resbaloso eran rodeados por aproximadamente 12 mil hondureños que decidieron asistir a esta cita importante para la bicolor, que representaba el debut del entrenador colombiano, Hernán Darío “El Bolillo” Gómez, que, con un discurso correcto, convocó a la unión y a la fe por llevarse los tres puntos con tanta adversidad.
El partido inició a las 7:05 de la noche, y se miró a un equipo catracho dominador en la cancha, con hambre, intensidad y muchas ganas de limpiar su imagen de los malos resultados del pasado cuerpo técnico, que apenas sumaba 3 de 18 unidades. Jugadores como Lozano, Elis y Moya, dieron ese paso al frente que pedía el contexto de este encuentro, pues desde el inicio del juego, fueron los que más lucharon.
De esa misma entrega de todo el equipo, llegó la primera anotación en los pies del delantero Alberth Elis, que haciendo una hermosa diagonal tras un sensacional pase de Omar Elvir, pudo retener la posesión del balón a pesar de la lucha del zaguero panameño, y definir con total serenidad al lado izquierdo del arquero panameño; el gol llegó hasta el cierre del primer tiempo.
Comenzaba la segunda mitad y los cambios no se hicieron esperar, el “Bolillo” mandó a la cancha a Cristopher Meléndez y Kervin Arriaga, que al minuto 58, mandó un pase al espacio para Bryan Moya, que, con su presencia, intimidó al defensa canalero y dejó el balón para que la “Bestia” definiera sin problemas y marcara el 2-0 que llenaba de ilusión a todo el pueblo hondureño.
Honduras siguió empujando, se notaba la idea plasmada por el nuevo entrenador, querían buscar el gol que transmitiera la calma que hizo falta en los partidos anteriores, pero un error del capitán Maynor Figueroa al minuto 77, dejó a su merced el balón a Cecilio Waterman que ante la confusión de “Buba” López, definió para el primer gol panameño.
Esto creó dudas en el combinado nacional que entregó la posesión del balón, para cuidar el resultado, pero esos mismos fantasmas del pasado, regresaron para que la selección panameña encontrara el segundo gol que por otro error de la línea defensiva, César Yanis emparejó el marcador al minuto 80.
Cuando más se necesitó la calma, la serenidad y la “garra catracha”, el equipo se mostró vulnerable y los canaleros iban a seguir aprovechando la situación, atacando frecuentemente al capitán de la selección que se notó desorientado, otra vez quedó en evidencia al cometer la falta del tercer gol, que salió de la zurda de Erick Davis a los 85 minutos del juego.
El estadio se enmudeció, los jugadores no podían creer que en seis minutos dejaron escapar la oportunidad de poder revertir la situación dramática que significaba poco margen de error para la bicolor, muchos en casa nos frustramos y el dulce sabor de la victoria parcial se desvaneció, junto a la posibilidad de clasificar a la siguiente copa del mundo, que son mínimas.
Saltó a la cancha el delantero del Royal Pari de Bolivia, Román Rubilio Castillo, con la clara intención de buscar el empate de manera agónica, que no llegó, a pesar de los últimos intentos por parte de los catrachos desde el saque de esquina.
Cuando se escuchó el pitazo final, en el estadio quedaba con pocas personas, en ellas se podía ver los rostros llenos de tristeza, además, en la cancha, la desilusión de los jugadores que, como niños pequeños cuando pierden el partido de la escuela, se tendieron en la bella grama del olímpico sin poder encontrar consuelo.
La Selección Nacional no supo mantener el triunfo parcial por 2-0 contra Panamá y terminó derrotada, no obstante, el próximo juego es dentro de cuatro días, en la visita a San José contra la selección de Costa Rica, con la mentalidad de que la esperanza es lo último que se pierde.
