En el mundo las personas se bañan de diferentes maneras, ya sea, con agua caliente o con agua helada, dependerá de los gustos de cada quien, pero realmente bañarse de las dos formas trae muchos beneficios a nuestro cuerpo, los cuales enlistaremos a continuación.
Agua Caliente
1. Alivia la rigidez: Si sientes el cuello rígido o adolorido, probablemente quieres colocarte debajo de una ducha caliente y dejar que el agua tibia corra por tus músculos.
2. Alivia la congestión: Las duchas tibias también ayudan a aliviar pulmones congestionados y narices tapadas. Esto se debe a que el vapor de agua ayuda a secar el exceso de mucosa, despejando así las vías respiratorias. Es por esta razón que se aconseja a las personas con gripe o alergia tomar duchas de agua caliente.
3. Reduce el estrés: Contrario a las duchas frías, que pueden causar un shock en el sistema nervioso, las duchas tibias pueden calmar los nervios y reducir tensión en los músculos. Como resultado, el cuerpo se vuelve fresco y tranquilo. Sin embargo, aunque pueda sentirse bien, física y mentalmente, no es recomendable pasar mucho tiempo bajo el chorro de agua caliente, dado que la piel puede verse dañada.
4. Calma las migrañas: La contracción de vasos sanguíneos puede provocar migrañas y dolores de cabeza. Un remedio casero simple y fácil de acceder es una ducha caliente porque el calor ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, reduciendo los dolores de cabeza.
5. Alivia los calambres menstruales: Para las damas una ducha en agua caliente es idóneo, debido a que ayuda a reducir los dolores. Especialmente por la propiedad relajante por la temperatura en que se encuentra el agua.
Agua Helada
1. Mejora el sistema inmunológico: Este es quizás uno de los beneficios más importantes de bañarse con agua fría. Las duchas heladas contraen todo el cuerpo, mejorando notablemente el sistema linfático, el encargado de combatir las infecciones que entran a nuestro cuerpo.
2. Mejor circulación: Las duchas frías aumentan la frecuencia cardíaca y flexiona los músculos, los cuales se llenan de sangre, al igual que los órganos vitales.
3. Un estado emocional más sano: Este tipo de baños libera componentes químicos en el cerebro que mejoran el estado de humor, disminuye la ansiedad y el estrés y son un remedio estupendo para tratar enfermedades mentales como la depresión. Por otro lado, aumenta la calidad del sueño.
4. Aumento de la energía: Se percibe un incremento considerable de los niveles de energía, después de que las terminaciones de la piel se activen.
5. Mejora de la piel: El agua caliente abre tus poros y el agua fría los cierra, esto último provoca una mejora en el aspecto de la dermis. Esto es aplicable al cabello, que con el agua fría además aumenta en brillo y previene la caída.
