TURISTEANDO | Las rosquillas: El acompañante ideal del café hondureño

Foto: Pável Aguirre

El buen café es algo que no le debe de faltar a un hondureño cuando comienza en la mañana, ¿pero con qué acompaña esta deliciosa bebida caliente? Generalmente, por unas crujientes y deliciosas rosquillas.

Derivado del maíz, las rosquillas son un acompañante ideal durante la mañana o en cualquier momento del día, ya que, los hondureños se la ingenian para degustarlas acompañadas por algún jugo natural o una soda, si es que no hay café en ese momento.

Si le preguntamos a los catrachos, dirán que las mejores rosquillas del país se encuentran en el municipio de Sabanagrande, aunque no debemos hacer a un lado las que se hacen en Siguatepeque. En ese sentido, cuando las personas viajan hacia al sur del país, Sabanagrande es una parada obligatoria.

Hablando de cómo se hace, la rosquilla lleva harina de maíz, manteca, queso y azúcar, al mezclar bien y hacer la masa, se procede a realizar la forma de rosquillas, poniéndola en una bandeja y pasando al horno donde estará por una hora, más o menos, debido a que, estas deben quedar bien tostadas.

Sin embargo, siempre es mejor usar el grano de maíz, desde un día previo a realizar las rosquillas, debemos cocer el maíz, posteriormente, se procede al rallado o molido, como popularmente se dice, y después se deja la harina en reposo para ser utilizada al siguiente día. Y les aseguramos, que no hay nada mejor que probar una rosquillita recién salida del horno, esta experiencia la podemos vivir en Sabanagrande, donde hay muchas rosquilleras.

En cualquier negocio, se puede comprar la bolsa de rosquillas, además, también está a la venta lo que son las tustacas y las quesadillas, otros derivados que, a diferencia de la rosquilla, estas cuentas con raspadura de dulce.

Así que, nos despedimos por hoy, pero recuerda que, si vas por café en alguna zona al sur de Francisco Morazán, pide unas deliciosas rosquillas para pasar un bonito día o también puedes llevar una bolsa para compartir en tu casa o en el trabajo. ¡Provecho!