Henry Marvin Cabrera: Un narrador con más de 51 años dentro del periodismo deportivo

Foto: Pável Aguirre

Comenzamos con la Semana del Periodista en RadioHouse con esa magia que se vive mediante la radio cuando se juega un partido de la Liga Nacional o en un partido de la Selección Nacional. Por esa razón, nuestro invitado de hoy es Henry Marvin Cabrera, narrador reconocido en Honduras por su gran voz y que nos pone a imaginarnos un encuentro de fútbol.

Es un gusto y un enorme placer”, fueron las palabras con las que nos recibió en la cabina. Ya son 51 años los que va a cumplir trabajando en medios radiales, quien es originario de la denominada “Ciudad de las Colinas”, Danlí, no obstante, de estar en Radio América, son alrededor de 44 años.

Foto: Pável Aguirre

Aunque realmente que desde esas “potras” que se jugaban en su ciudad, ya narraba esos partidos, por lo cual, alguien que trabajaba en medios lo escuchó. “En un partido que llegó Olimpia a jugar con una selección tradicional de mi zona, un viejo periodista, ya fallecido, Roberto Rivera, se me acercó donde yo estaba dizque narrando y me dijo “muchacho, no perdás tu tiempo, tenés que irte a Tegucigalpa, tenés todo el potencial para ser un gran narrador de fútbol””, recordó.

Además, nos añadió que para cuando narró por primera vez por una remuneración, la paga que le dieron fue de un lempira. Pueda que hoy nos parezca insignificante, debido a la devaluación de la moneda, pero en aquella época, con eso se podía comprar una gran cantidad de cosas.

Foto: Pável Aguirre

Antes de llegar al fútbol, comenzó narrando básquetbol en Unión Radio, pero antes de eso, se dedicó a la instalación del equipo de transmisión. “Un día, los dos que se encargaban de las transmisiones, Charlie John Torres y “Tito” Gómez, ambos ya fallecidos, no llegaron. El partido estaba por comenzar y yo empecé a narrar. Lo digo con mucha honestidad, no sabía de reglas ni nada, solo narré”, comentó.

A los 15 minutos del segundo cuarto llegaron Torres y Gómez y le dijeron “te venimos oyendo, ¡vas bien!”. Antonio Lardizabal, gerente de la empresa, quedó muy complacido con su voz y narración, fue de esa manera en que le dijo que por favor continuara participando en las narraciones.

Foto: Pável Aguirre

Posteriormente, fue asignado como gerente regional en Choluteca con Radio Meridiano, siempre del grupo Unión Radio, a sus cortos 18 años de edad, teniendo como salario 160 lempiras. Cinco años después, llegó una oferta para laborar en Emisoras Unidas, estando en Radio Centro con nada más y nada menos que, Salvador Nasralla y Marco Tulio Lezama, no obstante, tuvo un impasse con el gerente de ventas y decidió salir del medio.

Tiempo después, Luis Edgardo Vallejo, quien también es conocido como “Escopeta” Vallejo, le llamó para decir que estaban interesados en que llegara a Radio América, luego de eso, tuvo la conversación final con Rodrigo Wong Arévalo, “fichándolo” para 1978. Este fue el inicio de una aventura que continúa para Cabrera, tiempo en el que ha visto pasar varias generaciones hondureñas e internacionales de futbolistas.

Foto: Pável Aguirre

Limón y miel

Aunque las generaciones cambian, hay algo que no lo hace y es esa gran voz que el hondureño posee. En ese sentido, Cabrera tiene un tip para mantener esa voz fuerte y con un gran timbre, el cual, nos compartió con el mayor de los gustos.

Antes de ir al lavamanos, en la mañana, yo mezclo 4 cucharadas de miel de abeja pura, que la compro en Taulabé, que ha subido, por cierto -dijo entre risas- y 4 cucharadas de limón. Eso se mezcla, no se toma, se hacen gárgaras, dejo ir el líquido hasta donde llegue, sin tragarlo y después lo expulso. Eso le quita toda la suciedad y le da una pureza a las cuerdas vocales”, enfatizó.

Foto: Pável Aguirre

¿Y cómo fue que lo aprendió? Le consultamos. Por lo que, nos respondió que fue un narrador guatemalteco, al cual conoció narrando un encuentro entre Honduras y Guatemala en tierras chapinas. Antes, Marvin tenía un “vicio tonto”, fumaba, por lo que, el periodista al verlo haciendo eso le mencionó que estaba provocándose un gran daño. “Estás jovencito y tenés una hermosa voz. La vas a destrozar rápido con eso de tabaco”, le enfatizó. Luego de eso fue que le dio el consejo de las gárgaras con miel y limón.

Foto: Pável Aguirre

La voz del trueno

Me agrada”, nos comentó en referencia a ese alias en que le conocen, ya que, usualmente cuando anda de compras o haciendo alguna diligencias, más de algún oyente le reconoce por esa voz. ¿Pero quién le apodó así? Curiosamente, no nació dentro de los medios este sobrenombre, sino que de la misma gente que le escucha y admira.

En los años noventa un muchacho que trabaja en la conducción de taxis, Jorge, yo le digo “Jorjazo”, lo encontré en el banco y me gritó, “hey, voz del trueno” y así se fue regando por todo el país”, puntualizó.

Foto: Pável Aguirre

Por otro lado, Henry Marvin estuvo cerca de jugar fútbol, precisamente en el Atlético Indio, que jugaba en Tegucigalpa, y en un partido de prueba, anotó dos goles, convenciendo a Lardizabal, quien también era su jefe en Unión Radio. Arturo del Carmen, Alfredo Fariñas y Oswaldo “El Ché” Altamirano eran los principales obstáculos, por así decirlo, unos chilenos que eran extraordinarios en el ataque de los “diablos rojos”, además de, Jorge “El Indio” Urquía.

Nada más jugué 16 minutos en la ciudad de La Ceiba, tuve una lesión de rodilla y no me pude recuperar. Dios la hace todo y tiene programado el destino de cada quien y entonces abracé con más fortaleza esto del periodismo deportivo”, aseveró.

Foto: Pável Aguirre

Y así le ha dejado muchas anécdotas en su vida personal, como, por ejemplo, conocer a Víctor Hugo Morales, quien relató el famoso gol del siglo, el gol de Maradona en el Estadio Azteca ante Inglaterra en 1986. “Tenemos una comunicación vía electrónica”, mencionó.

El tiempo se nos terminó, pero Cabrera instó en que aquellos estudiantes de periodismo que desean charlar con alguien que haya vivido muchas experiencias dentro del periodismo deportivo, que está a sus órdenes. Siempre en Radio América, donde se le puede encontrar después de las 3 de la tarde. “Estamos a las órdenes”, concluyó.