¿Quién dijo que las damas no son cracks en los deportes? ¡Para muestra, un botón! En esta oportunidad, presentamos en esta la Semana del Deportista Hondureño la historia de la catracha Indira Chávez, una mujer apasionada por el balonmano.
Para quienes no sepan, el balonmano es como una combinación entre fútbol y básquetbol, ya que, se juega en un terreno de juego parecido a una cancha de balompié, pero se anota con las manos en los arcos, sin utilizar los pies en ningún momento, excepto el portero cuando hace alguna atajada.
En la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán fue donde comenzó a practicar este deporte en 1991 bajo las instrucciones del profesor Jorge Arellano. “Desde entonces teníamos un equipo muy bueno y fuimos campeonas mucho tiempo, creo que en 2002, por ahí, cuando ya éramos egresadas de la universidad”, señaló.
Sin embargo, lamentó que en la actualidad no está activo el equipo. Por otra parte, tuvo el honor de ser parte de la Federación Hondureña de Balonmano desde el 2000 hasta el 2010 y siendo seleccionada nacional.
A sus 50 años, Indira se mantiene activa y siempre con ese brazo izquierdo afinado al momento de rematar frente al arco desde la posición extremo izquierdo. “Para los contrarios es difícil marcar a los zurdos, es una gran ventaja que tenemos nosotros”, recalcó.
Cabe señalar que a ella le encanta siempre practicar otros deportes, por lo que, además de balonmano, juega fútbol, baloncesto, voleibol y hasta softbol. Por eso para conocer esta gran historia tuvimos que ir hasta la colonia Kennedy para ingresar al Milla Selva y poder platicar con ella.
Desde 1996 pasó a ser maestra de educación física, comenzando en el Instituto Valencia, al año siguiente estuvo en el Instituto Hibueras y desde 1998 hizo del Instituto España Jesús Milla Selva su segunda casa.
En este centro educativo público se han logrado grandes cosas dentro de este deporte, para el caso en 2012, fue la base que quedó campeón en El Salvador en un torneo juvenil femenino, así como también en 2016 cuando la selección hondureña fue a Costa Rica y tenía una base del Milla Selva tanto en la rama femenina como en la masculina.
Además, en 2018 fue campeón del torneo colegial y tuvo el honor de representar a Honduras en un torneo que se celebró en nuestro país reforzados con algunas jugadoras del Instituto Católico Emiliani.
Mientras platicábamos nos mostraba alguna de esas medallas que posee en la oficina porque el resto las tiene enmarcadas en su casa. Además, durante la jornada matutina es la encargada de la Coordinación del Centro de Educación Física, en donde hay un gran grupo de docentes que aman al deporte y, curiosamente, acá también se encuentra Lázaro Yánez, recordado por ser parte del equipo Lobos de la UPNFM en la Liga Nacional.
“Es emocionante trabajar con jóvenes y, sobre todo, entender al joven. Sentimos satisfacción cuando miramos chicos que tienen un apoyo en el deporte porque a veces sacamos a jóvenes que tal vez han estado en drogas, tenían malos amigos, malos compañeros o desde casa vienen con un carácter difícil, pero con el deporte cambien su actitud”, señaló.
En ese sentido, la maestra también apuntó que ver a sus estudiantes egresados después de mucho tiempo siendo unos grandes profesionales es muy gratificante, siendo ellos, periodistas, médicos, ingenieros, entre otros. “Pusimos un granito de arena”, dijo con orgullo y emoción.
Por cierto, hay una Liga de Balonmano en la capital, la femenina cuenta con seis equipos y la masculina tiene más de ocho, y ahí es donde este deporte mantiene su vida y que, en un futuro cercano, pueda seguir tomando un auge más alto.
Y es que, muchas veces, nosotros mismos somos pesimistas cuando un combinado o un atleta nos representa en el extranjero, pueda que sí es cierto que la falta de apoyo estatal hace que se dificulte competir, pero el hambre y el deseo que muchos niños, jóvenes y adultos ponen en su deporte hace que nuestro país aun así vea medallas internacionales.
“Siento que Honduras tiene un potencial increíble en atletas. Lastimosamente, hay jóvenes que les gusta hacer deportes, pero no tienen los medios, no tiene cómo venir en una jornada contraria a practicar porque económicamente no le es rentable, es un gasto, y los padres no pueden, pero en estos colegios públicos tenemos mucho potencial para selecciones”, recalcó la maestra.
Una meta pendiente por cumplir es dirigir una Selección Nacional de Balonmano en categoría mayor y espera que más pronto que tarde la pueda alcanzar. “A uno se le hace el corazón bien chiquitito al escuchar el himno en otro país”, recordó cuando le tocó viajar a otros países como delegación o como atleta.
“No hay nada imposible. Yo les digo a los jóvenes que a través del deporte se logran muchas cosas en la vida, se logra ser disciplinado, ser responsable, trabajo en equipo, comunicación con sus compañeros y se aprende a conocer diferentes tipos de personas”, subrayó.
Por último, lamentó que ahora la tecnología hace que el joven no se interese por practicar deportes como antes, por lo que, aconsejó que lleven las dos cosas de la mano para tener una vida saludable.
