El talento nacional cada vez más se extiende a nivel mundial, y son muchos los hondureños que ponen el nombre de Honduras en alto, con orgullo y pasión. La lista de hondureños que nos hacen sentir orgullosos se hace más larga, y en esta ocasión tuvimos la oportunidad de contactarnos con Pavel Aguilar, un talentoso artista nacional, quien actualmente reside en Suiza.
Aguilar cuenta con un historial impresionante en cuanto a su desempeño y dedicación por el arte. Actualmente, tiene 33 años, y está viviendo una temporada de éxitos. La mayor parte de su niñez la vivió en la costa del país, pero luego se trasladó a Tegucigalpa a estudiar en la Escuela Nacional de Música, y en la universidad se graduó de la carrera de Comunicación y Publicidad en Unitec.
Durante su transcurso en la carrera conoció a un artista nacional llamado Lester Rodríguez, quien vive actualmente en Bogotá junto con su esposa, Lucía Argueta, quienes tenían un proyecto de educación no tradicional, este sigue vigente en Colombia.
“En la mitad de mi licenciatura podríamos decir que yo estaba en una especie como de nebulosa extraña, en donde quería dedicarme a muchas cosas, ¿no? Está como ese momento importante en el que podés hacer muchas cosas, pero no sos profesional en todas”, agregó.
“Conocer a Lester ha sido uno de los accidentes más fortuitos que he tenido. Fue un tremendo profesor para mí porque prácticamente me encaminó y me dijo “tenés talento para el arte contemporáneo”, expresó.
Cabe destacar que, Lester, quien lo introdujo a este mundo del arte, jugó un rol muy importante en la vida de Pavel, y esto solo deja como enseñanza que en muchas ocasiones habrá personajes secundarios que marcarán un antes y un después en la historia del protagonista.
Entre los años 2010 y 2017, Pavel tuvo la oportunidad de viajar a países como Alemania, Costa Rica, España, a diferentes proyectos en Argentina. Estos proyectos solo eran un adelanto de toda la trayectoria que él tenía por delante, y que estaba por descubrir.
“No fueron proyectos tan ambiciosos, pero fueron suficientes para que yo en el 2017 participara en una convocatoria centroamericana de una escuela de arte contemporáneo, escuela experimental, pero en Bogotá, que se llama Escuela Flora Ars+Natura, por dicha la gané”, reveló.
Este premio consistía en estar un año en Colombia, completamente becado, con un estudio y una posibilidad de compartir con otros 22 artistas de toda Latinoamérica, de Suiza y de muchas partes. En ese momento, un artista lo puso en contacto con una curadora española llamada Chus Martínez, quien dirige el Basel Art Institute, su trabajo fue compartido a ella, finalmente le hizo una invitación para que pudiese cursar su maestría en dicha institución de Suiza.
“El Basel Art Institute, digamos, es el instituto más grande de Suiza, pero también es uno de los institutos más competidos para poder realizar estudios de maestría, donde aplican artistas de todo el mundo o las personas que tienen interés por realizar un postgrado en artes, yo apliqué y por dicha también estuve entre los 20 seleccionados para cursar los estudios de maestría”, compartió Aguilar.
A finales del 2018 tuvo que trasladarse a Suiza. Actualmente, se encuentra cursando estudios de doctorado en la Universidad de Artes de Lucerna para completar la práctica artística con la parte académica, debido a que él considera que ambas cosas deben ir de la mano. “Claro, eso no es garantía ni tampoco dicta de que se va a tener una práctica artística exitosa, sino que más bien es una manera de tener una forma más integral de realizar mi trabajo”, concluyó.
Quisimos profundizar un poco más sobre sus proyectos a futuro, a lo que él nos comentó lo siguiente. “Estoy interesado en ejercer una labor como docente en su momento, quizás no de forma permanente, sino que más como una especie de invitación a seminarios o brindar seminarios específicos, es una opción, es una forma también de poder expandir el trabajo”.
Asimismo, nos comentó cómo se ve dentro de unos cuantos años, ya que el arte como tal sigue evolucionando y esto solo es el comienzo. “Es una pregunta bastante abstracta en estos momentos”, comentó entre risas. “Creo que podría hablar de mi proceso, espero tener un proceso más consolidado, pues creo que los proyectos y los espacios se irán abriendo acorde a la evolución de esos proyectos y a la madurez de esos proyectos también”, agregó.
De igual manera, nos comentó que desde un inicio ha contado con el apoyo de su familia, sobre todo, el de su esposa, quien también se dedica a este mundo del arte siendo manager de conciertos, y que ha sido de mucha ayuda, este es un reflejo del complemento de una relación.
Pavel nos comentó sobre sus hobbies o pasatiempos, ya que todo artista siempre suele desarrollarse de múltiples maneras. “Fui un muy mal jugador de rugby en Honduras, saludos para los Tapires Rugby Club, amigos de Tegucigalpa”, expresó entre risas. “Me gusta mucho aprender idiomas, disfruto mucho seguir aprendiendo alemán, me gusta bastante, muy difícil, pero no es imposible. Me gusta todo lo que tenga que ver en su origen con la música, conciertos, festivales, y ese tipo de cosas”, agregó.
De este mismo modo, Aguilar nos expresó qué significa el arte para él y qué opina sobre este tema en cuanto al desarrollo que debe haber en Honduras. “Para mí el arte es una necesidad espiritual. Honduras tiene un gigantesco potencial para no solamente mantener siempre los mismos nombres de artistas circulando, sino que tiene todo el potencial para poder acceder a circuitos de arte mucho más ambiciosos”, concluyó.
A medida que la entrevista surgía, Pavel reflejaba un gesto de humildad en cuanto a todo lo que ha logrado en los últimos años, haciéndonos saber que sus logros han sido por su talento, pero que los ha conseguido con madurez, dedicación y humildad.
Uno de los premios a destacar son las cinco piezas que ahora forman parte de la colección permanente del Museo de Ludwig de Alemania. En el 2021 fue nominado para el Performance Art Award de Suiza y en el 2020 ganó el premio KunstKredit Basel-Stadt de Suiza.
Esto es solo un pequeño historial de la vida del talentoso artista nacional, Pavel Aguilar, quien con mucho orgullo y entusiasmo ha destacado a nivel internacional por el potencial que le ha sido dado y, que a su vez, él sabiamente ha desarrollado con el transcurso de los años. Pavel Aguilar solo recién está cosechando lo que una vez sembró en tierras catrachas.