Un orgullo del Instituto Técnico Luis Bográn es José Abraham Rosa Amador, hondureño que trabaja nada más y nada menos que en la NASA y que un invento suyo es utilizado en las naves que salen desde la Tierra hacia el espacio exterior. Esta es su historia.
Originario de Tegucigalpa, a sus 62 años, Abraham cuenta con un amplio curriculum, por hacer mención de su carrera, podemos resaltar que estudió ingeniería en Israel, donde fue medalla de oro al momento de graduarse.
La Válvula de Evacuación de Aire y Sistemas Hidráulicos, o conocida en Honduras como Válvula Lechuza, es por la que el hondureño logró llegar hasta la National Aeronautics and Space Administration (NASA).
“Es una válvula que no permite la evacuación de gases raros ni de aire en los sistemas hidráulicos, ella lo evacua cuando tiene que evacuarlo y, al mismo tiempo, si necesita absorber oxígeno al sistema, absorbe”, explicó el ingeniero sobre el funcionamiento de esta válvula.
Curiosamente, este invento lo hizo el hondureño en el Concurso de Ciencia y Tecnología que se hizo en el país. Quien diría que años después vendría a ser una importante solución en la NASA. Es importante señalar que la válvula es hecha en oro, único metal que soporta el calor y la radiación afuera de la atmósfera.
Luego participó en el concurso latinoamericano, donde también ganó el primer lugar y ahí el jurado calificador eran trabajadores de la NASA. Abraham nos llevó unas réplicas en PVC de la válvula por la que desde 1997 es parte de la organización. “Es algo que usted no espera. Ahí se mira todo el esfuerzo que usted hizo en su vida”, recordó.
Cuando llegó al Goddard Space Flight Center, le dijeron que solo tenía 30 minutos para hablar con el director de la NASA, el señor Daniel Saul Goldin. La media hora estipulado pasó a ser tres días, ya que, tanto él como Abraham hablaban hebreo y por ahí se hizo una gran plática. “Me llevó a comer a su casa, me llevó al congreso norteamericano, inclusive conocí en ese momento a George Bush padre, cuando su hijo era presidente, y me llevó a una sinagoga”, mencionó Abraham.
Estamos en 2023 y hoy Rosa funge como director de Ciencias de la Tierra en la NASA tras seguir enriqueciendo sus conocimientos para llegar a tan importante puesto. “Estando ahí, a usted le interesa la formación”, mencionó, puesto que durante este lapso de tiempo sacando la maestría de ciencias de la Tierra y también logró graduarse como doctor en física cuántica.
Por si no sabías, en la NASA hay una sala de banderas en la que antes de Abraham nunca se había izado la bandera hondureña, pero el día que le dieron su acuerdo, el pabellón nacional hizo su presencia en la sala. “Ese fue el día más orgulloso de mi vida”, dijo con una voz quebrantada. Por tal razón, el ingeniero Rosa fue el primer catracho en la NASA y así fue como se abrió la puerta para Honduras.
“La NASA usaba succionadores y expulsores como sistemas individualizados, no estaban en un concepto de uno solo”, detalló el hondureño con relación a cómo hacían antes. Ese problema provocó que muchos cohetes estallarán y el invento de Abraham Rosa vino a disminuir los problemas, y hasta es usado en la Estación Espacial Internacional (EEI).
Este próximo mes de agosto, Abraham Rosa se jubilará y dejará el cargo que tanto ha disfrutado, poniendo en alto el nombre de Honduras. Dentro de las funciones que nos explicó que se monitorean movimientos en el suelo, velocidad del viento, temperaturas y muchas cosas más por las que es una área muy importante. Son 17 satélites que ayudan para la recolección y análisis de datos.
¿Se subió a algún cohete?
“Saqué el curso de astronauta que nos da la oportunidad de subir a un Jumbo, aparte de los seis meses forzados en tierra y hasta debajo del agua, no crea que es fácil ser astronauta. Nunca salí de atmósfera y mi sueño ha sido ese, no me interesa que me digan científico, me interesa salir a atmósfera, aunque solo me saquen y me vuelvan a meter”, declaró emocionado.
Le pedimos que englobara en una sola palabra toda esta experiencia que ha vivido como científico en la NASA, el silencio se hizo presente al momento de la entrevista en la que meditaba y después de unos segundos respondió, “Dios hace todo”.
Abraham también ha impulsado el programa de “Niños Genios”, con el cual se busca descubrir a niños inteligentes que son de escasos recursos para darles oportunidades de crecer, pero de esto hablaremos más adelante, así que estén pendientes del siguiente reportaje que es “uno de los más grandes sueños” del ingeniero Abraham Rosa.
De este modo, dejamos una muestra de cómo el hondureño tiene la capacidad de lograr grandes cosas. ¡El catracho es cinco estrellas!