Muchos son futbolistas en Honduras, pero pocos tienen el deseo de superarse a nivel académico. En ese sentido, Danilo Tobías, jugador del Olancho FC, recientemente logró convertirse como un profesional de las ciencias jurídicas.
Para comenzar debemos destacar que Tobías es bachiller agrónomo, se graduó a la edad de 16 años. “Si no hubiese jugado fútbol, posiblemente sería ingeniero agrónomo, ja, ja”, contó entre risas el jugador que ya ha tenido el gusto de defender los colores nacionales.
En ese sentido, la carrera de derecho fue su segunda opción, logrando terminarla en Ceutec. Tobías agradeció el que Olancho no le haya puesto trabas para continuar sus estudios. “Nuestra presidente es abogada, muchos de nuestros directivos también son abogados, entonces recibieron muy bien de que yo siguiera estudiando”, comentó.
El profesor Humberto Rivera también fue condescendiente con el jugador puesto que le emociona ver que un futbolista está dispuesto a jugar, pero todo este deseo por estudiar viene de familia, según nos cuenta.
“Viene desde mi formación dentro de la familia. Mi madre es maestra y licenciada en educación media, de ahí todos mis hermanos son maestros, mis tíos, mis primos. Desde pequeño se me inculcó el placer por estudiar”, mencionó con orgullo.
Hoy, con 31 años de edad, logró obtener el título que lo acredita como abogado y ya planea comenzar con la maestría en el 2024. Aunque el proceso no fue fácil porque, como según nos contó, no en todos los equipos se da esas facilidades para estudiar en Honduras.
“Incluso en un equipo grande, al firmar mi primer año de contrato, yo coloqué una cláusula de que se me pagase la universidad. O sea, si yo matriculase tres clases y las pasaba todas, llevaba las facturas y el equipo me las pagaba. Creo que el equipo pensó, sinceramente, que yo no iba a estudiar y yo aproveché”, aseveró el jugador y agregó que para la renovación no le aceptaron esa cláusula.
Es así como vemos quizás un factor que desmotiva al futbolista hondureño para estudiar y practicar fútbol, pero el que más pesa siempre es la apatía del jugador que no busca superarse, académicamente hablando.
A futuro manifiesta que quizás ponga un bufete de abogados o se una a su novia, quien también cuenta con uno, sin embargo, recientemente terminó de obtener su curso de entrenador con la Licencia D, por lo cual, su deseo también es seguir trabajando en el fútbol.
Dentro del equipo, sus compañeros ya le bautizaron como abogado y hasta el entrenador de Potros, Mauro de Giobbi, le llama por su nuevo apodo y eso le llena de orgullo porque desde la grada también le saludan de igual manera.
¿Qué sintió Danilo Tobías cuando el día de graduación lo llamaron para recoger el título?
Antes de responder, hubo unos pequeños segundos de silencio por parte de él, en su mente volvió ese recuerdo inolvidable. “Sinceramente que una felicidad muy grande, sobre todo porque me acompañó toda mi familia y mi novia. Para mí no hay anda más importante que la familia y yo sé que ellos se sintieron muy orgullosos por mí”, dijo con alegría y emoción.
Luego de hablar de ese grato momento en su vida, pasamos a hablar acerca de la actualidad de Olancho en Liga Nacional. Para comenzar, señalamos el hecho de que al club le costó esa transición entre Humberto Rivera y Mauro Giobbi, por lo que le preguntamos si ya el equipo estaba logrando adaptarse a la condiciones.
“Nos estaba haciendo constancia porque hacíamos partidos buenos y de ahí al siguiente un partido muy malo. Gracias a Dios, últimamente, estamos haciendo partidos muy buenos”, recalcó. Además del cambio de entrenador, Tobías apuntó que alrededor de 10 jugadores se fueron y eso también pesó.
Este sábado 25 de noviembre es el cierre de las vueltas regulares y Olancho deberá ganar pasa avanzar al repechaje. Por lo anterior, Danilo dijo que el objetivo es igual al del torneo pasado, llegar hasta instancias finales.
Aprovechamos para hablar sobre la participación del equipo olanchano en la Copa Centroamericana, donde la mayor parte de la prensa y afición creía que el club podía hacer una destacada participación, sin embargo, la historia fue otra.
“Ese es el sentir general de todos nosotros acá. Sentimos que estábamos para más, que tuvimos muchas opciones. Incluso recuerdo que el partido clave de nosotros fue contra Motagua cuando nos ganan con el gol de Yeison, ese fue un punto de inflexión para mal porque de ahí siento que el equipo bajó en la expectativa y en la calidad”, apuntó.
Deportes Savio, Real Sociedad, Olimpia, Honduras Progreso, Victoria, Olancho y Real España son los equipos por los que ha pasado en Honduras, por lo que le preguntamos por cuál recuerdo se queda. Y dijo que el más emotivo fue aquella vez que Olimpia le ganó al Alianza con el gol de Carlo Costly en el último minuto.
Danilo Tobías militó en la máquina en dos oportunidades, ante eso, decidimos consultarle sobre qué opinaba del mal momento que pasa el equipo sampedrano y qué opinaba de lo que entrenadores decía acerca de que dentro del grupo hay manzanas podridas.
“Yo nací futbolísticamente en Real España”, comienza diciéndonos, en referencia al gran cariño que le tiene al club. “Como aficionado me da pena y tristeza porque Real España es un equipo grande y siempre merece estar en la cúspide. Creo que dentro del equipo se tienen que hacer muchos cambios. La definición de locura es hacer lo mismo y esperar resultados diferentes y creo que eso ha pasado en el equipo, siempre son los entrenadores o jugadores y no se llega más arriba”, manifestó.
Agregó que le gustaría ver el regreso de Mateo Yibrín o si no Fuad Abufele para empezar a estructurar el equipo desde arriba hasta abajo. En cuanto a lo de manzanas podridas dijo que sinceramente le deja la duda “porque son grandes seres humanos”. Y culminó diciendo que por el bien de la Liga Nacional, Real España debe volver a ser lo que es, un equipo grande.
Y de esta manera terminamos la gran plática con el jugador que nos tomó la comunicación vía videollamada desde Olancho. Siendo Danilo Tobías un ejemplo más de que cuando se quiere se puede y especialmente para los jugadores hondureños porque la juventud y la condición para jugar fútbol pasa fugazmente.