Poeta hondureño gana premio internacional en Cuba

Foto: El Heraldo

El poeta hondureño Livio Ramírez recibió premio por parte de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en el marco del Festival de Poesía de La Habana, Ramírez fue catedrático de la facultad de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y ha ejercido cargos en la administración cultural del país. En 1971 fundó el primer taller universitario de poesía en Honduras donde fue director general de cultura.

Por problemas de salud, el poeta hondureño no pudo recibir personalmente el Premio Internacional Dulce María Loynaz de la Unión de Escritores. En representación del autor de varias obras cumbre de la literatura hondureña como ”Yo, nosotros”, ”Arde como fiera”, ”Descendientes del fuego”, ”Escrito sobre el amanecer”, entre otros. En este evento acudió Anarella Vélez, ministra de las Culturas, las Artes y los Patrimonios . El premio fue entregado por Marta Bonet, presidenta de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

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En 1981, ganó el premio internacional de poesía ”Platero”, organizado por el club de libros en español de la Organización de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. También ha sido condecorado con el premio de Literatura en 2000 y premio Nacional de Letras José Trinidad Reyes en el 2002.

El premio Dulce María Loynaz (una de las escritoras cubanas con mayor reconocimiento a nivel mundial y premio Cervantes en 1992), fue creado para reconocer una trayectoria y las contribuciones excepcionales de intelectuales latinoamericanos en las artes y la literatura. Este prestigioso reconocimiento subraya la calidad y el impacto del trabajo de Ramírez en el ámbito de la poesía latinoamericana.

Livio Ramírez ha destacado en la literatura por su sensibilidad y maestría en el uso del lenguaje, características que han cautivado a lectores y críticos por igual, por lo que su victoria en el Festival De Poesía es un testimonio de dedicación y talento. La comunidad literaria de Honduras y América Latina celebra este merecido reconocimiento, que no solo resalta el talento individual de Ramírez, sino también el gran panorama cultural del país. Lo sucedido debe de llenar de alegría y orgullo a todos los hondureños.