Con un aroma inconfundible, sabores complejos y una calidad que compite entre los mejores del mundo, el tabaco hondureño ha conquistado los mercados internacionales. Hoy, Honduras se posiciona como el segundo mayor exportador de puros en América y el séptimo a nivel mundial, en gran parte gracias a la labor de la familia Plasencia, pionera en esta industria desde su llegada al país en los años 70.
Originarios de Cuba, los Plasencia han cultivado durante cinco generaciones una pasión por el tabaco que no solo ha deleitado paladares, sino que también ha transformado el departamento de El Paraíso en un referente mundial del sector. Ahora, esa herencia se abre al mundo con una nueva apuesta: el turismo experiencial.
Una experiencia que comienza en la raíz
Plasencia Cigars invita a hondureños y extranjeros a descubrir el arte detrás de un buen puro. Los visitantes pueden recorrer el proceso completo de elaboración, desde las plantaciones hasta el empaque final. Es un viaje sensorial que comienza en la tierra fértil del oriente hondureño, sigue por el meticuloso proceso de fermentación y selección, y culmina en una degustación guiada por expertos.
Este proyecto no solo promueve la cultura tabacalera del país, sino que también ha sido reconocido oficialmente: el Congreso Nacional declaró sus instalaciones como centro turístico, consolidando su valor cultural y económico para la nación.
El tabaco, una industria con rostro de mujer
Detrás de cada hoja perfectamente clasificada hay una historia de dedicación. Aproximadamente 6,000 empleos son generados por esta empresa, de los cuales un 60% está ocupado por mujeres. Su habilidad para identificar la textura, color y calidad del tabaco ha sido fundamental para mantener el prestigio de Plasencia Cigars a nivel mundial.
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Un rubro que trasciende el comercio
El tabaco es hoy el quinto producto de mayor exportación en Honduras, y más que una mercancía, representa una fusión entre historia, identidad y trabajo. Visitar Plasencia Cigars no es solo aprender a degustar un puro; es adentrarse en una tradición viva, en una pasión centenaria que sigue escribiendo el nombre de Honduras en las vitrinas del mundo.
¿Listo para encender tus sentidos? La familia Plasencia te espera con los brazos abiertos para una experiencia inolvidable, hecha por manos 100% hondureñas.
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