Desde un rincón humilde de Nuevo San Juan, Tela, hasta la alfombra roja del Latino Film Market en Nueva York, el hondureño ha demostrado que los sueños no tienen frontera cuando se trabaja con el corazón.
Su rostro, su voz y su talento fueron reconocidos como Mejor Actor Protagónico gracias a su actuación en Lumalali Niwani (La voz de nuestros espíritus), un cortometraje que no solo narra una historia, sino que lleva en cada escena la esencia profunda del pueblo garífuna y ha capturado la atención internacional al ganar múltiples premios en el prestigioso Latino Film Market 2025 celebrados en Nueva York. Este éxito no solo enaltece el cine nacional, sino que también subraya el impacto y la riqueza cultural del pueblo garífuna.
Mael no nació en un set de cine, ni creció rodeado de luces o cámaras, su infancia, como la de muchos jóvenes en comunidades apartadas, estuvo marcada por la sencillez y la lucha diaria, pero también por el amor incondicional de su madre y su abuela, mujeres fuertes que se convirtieron en sus pilares y formaron en él un carácter noble y resiliente “Puedo decir que fue la mejor etapa de mi vida”, expresó
Curiosamente, su primer paso en el mundo del arte no fue planeado, fue su amigo Joseph Benedit, creador del proyecto Identificate TV, quien lo invitó a grabar videos de reflexión para redes sociales, lo que comenzó como una colaboración casual, se transformó rápidamente en una pasión.
En cada grabación, Mael conectaba con algo más profundo, una chispa que lo impulsaba a interpretar, a sentir, a transmitir, ahí entendió que su vocación era actuar y aunque su entorno no ofrecía muchas opciones para desarrollarse en el arte, Mael nunca se detuvo y aposto por confiar en el mismo, en un país donde el arte no sobresale.
Lo de Mael no solo es un logro personal, es un ejemplo para miles de hondureños, su triunfo es el resultado de mucho esfuerzo, este premio es muy importante para la comunidad garífuna, para los soñadores, y para los que creen en lo suyo.
