“En Deportes Savio llegué a pesar 240 libras”

 Ney Costa me escribe vía Whatassap para vernos en el mall de las bella Santa Rosa de Copán. La espera es corta y el tipo de 1.83 metros aparece en escena con una camisa Nike color rojo, jeans azul y un par de tenis All Star un poco desgatados.

Se ve delgado y sonriente… “estoy más flaco.  Ahora me molesto conmigo mismo, porque ahora que no juego estoy flaco”, dice “Ney -gol” en tono jocoso.

Ahora el brasileño se ha alejado de las canchas y se dedica a formar niños en una escuelita de fútbol, de vez en cuanto siembra café y confiesa que su vida es plena, pese a que se retiró del máximo circuito con 33 años.  demasiado joven y a mi juicio en el mejor punto de madurez de la carrera de un futbolista.

Desde San Pedro Copán, Capucas Ney nos cuenta su nueva faceta y cómo fue su lucha incansable con su sobrepeso.

 ¿Con 95 goles en la Liga Nacional que hace un goleador histórico aquí en Santa Rosa de Copán?

Bueno, porque estoy agradecido del lugar donde me dio muchas alegrías. Con la gente de Copán que siempre me apoyo. Estoy agradecido con Honduras. Ahora trabajo con la gente de Capucas y surgió la oportunidad de hacer un trabajo social que consiste en ayudar a los niños de la comunidad. Conocí el lugar y me gustó la tranquilidad, ahí empecé a entrenar niños de las comunidades. Estoy fomentando el deporte en una zona que ha sido olvidada por el fútbol hondureño.

¿Cómo transcurre un día normal?

Tengo un trabajo tranquilo con la gente de  Capucas que se dedica a la siembra de café. Recibo capacitaciones y entreno a los niños.  Copán es una ciudad tranquila donde se respira aire fresco y paz.

¿Su vida ha cambiado?

Claro que sí,  atrás quedaron las concentraciones, los viajes y la fama. Ahora vivo en un lugar tranquilo donde puedo caminar tranquilamente. Copán es un lugar donde todos trabajan y si usted se fija poca gente anda en la calle. Aquí solo se trabaja en las fincas de café.

¿Cuántos niños tienen en su academia?

62 niños.

¿Cómo le va con la siembra de café?

-Sonríe-.  Dios me ha puesto ahí por algo. He aprendido a sembrar y el proceso de cómo se prepara el café.  Ahora hay que aprender de todo.  Es muy hermoso eso del proceso del café. Para mi este trabajo ha sido una bendición.

¿Cuál ha sido el motivo de quedarse en aquí en Honduras?

Voy a ser sincero y honesto.  Me quedo por el amor que siento por Honduras, el amor a la gente. Yo llegué al país como un desconocido y con mis goles me gané el respeto de la gente.  Quiero retribuir lo que Honduras me ha dado.

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Ney Costa le dijo a RadioHouse que su deseo es que la gente de Honduras lo recuerde como un goleador que vino al país para arrancar miles de sonrisas.

¿Casado?

No.

¿Hijos?

Tampoco.

¿Cuándo se piensa casar?

-Sonríe por segunda vez-.  “No lo sé. Todo tiene su tiempo. Ya llegará la oportunidad…ahora estoy enfocado en ayudar a los niños”.

¿Extraña la vida de futbolista?

Yo sabía que en cualquier momento llegaría el día en que perdería el amor por la pelota y que me iba a llenar de otro amor…a veces juego partidos amistosos, pero me he enfocado en la parte espiritual mía y en la parte de ayudar a los demás.

¿Cristiano?

Si, desde los 7 años soy cristiano. La base de mi carrera profesional fue porque siempre he sido creyente de la palabra de Dios. Yo llegué a Honduras desde los 22 años y fue difícil, porque yo no estaba formado.

¿Siempre anda la biblia con usted?

Sí.

¿Enséñeme si es cierto si la tiene en su mochila?

Hoy no la ando, pero la tengo instalada en mi Ipad ja, ja, ja o en mi celular.

Hace poco lo vi en la redes sociales jugando con Osman Chávez, Anthony Lozano,Irving Reina entre otros jugadores…

Tenemos una fundación que se llama “Atletas de Reino”. Es una institución que creamos para hacer escuelas para niños y fortalecerlos en la parte espiritual. Ya tenemos una academia en Comayagua con Rubén Matamoros y próximamente en Copán. Wilmer Velásquez se unirá con nosotros.

¿Es cierto que han visitado cárceles?

Así es. Me ha tocado el corazón ver a muchos jóvenes así.  Por eso estamos trabajando con los niños, porque en ellos está el futuro del país.

¿No les dio miedo?

El choco estaba “cagado” la primera vez. Pero  nosotros somos creyentes de la palabra de Dios y nuestro objetivo es ayudar a los jóvenes y formarlos.

¿Qué vida prefiere? …la que tenía antes donde era famoso por sus goles o está donde usted está aquí sentado conmigo charlando como dos personas normales

Yo me siento feliz, porque esta es la voluntad de Dios y hay que respetarla. Estoy feliz por servir a Dios y a mi país. Cuando uno sirve a los demás es más gratificante que anotar un gol. Antes ganaba dinero, pero ahora me siento feliz en ayudar a las personas.

¿Quién fue el portero que le costó vencer?

Adalid Puerto.  Además, siempre me costó hacer goles en Puerto Cortés.

¿Su mejor gol?

Fue ante Vida en el clásico Ceibeño. Ese fue mi primer gol. Y uno que hice con Savio ante el Hispano.  Anoté al minuto 95 y estábamos peleando el descenso.

¿Le afectó el sobrepeso?

Sí. Pero mírame ahora como estoy… estoy más flaco.  Ahora me molesto conmigo mismo, porque ahora que no juego estoy flaco.

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El sobrepeso lo obligó a retirarse del fútbol.

¿Cuánto llegó a pesar?

Cuando estaba en Deportes Savio llegué a pesar 240 libras jugué todos los partidos, es más anoté 15 goles con ese peso. Lo que a mí me afectó es que yo no hacía gimnasio.  No me gustaba levantar pesas. Esa era la diferencia de los jugadores que moldeaban sus cuerpos y yo no, porque no iba a gimnasios. Yo solo hacia las pre temporadas a full,  me cuidaba, no tomaba y nunca me lesioné. Yo no conocí los desgarros, porque tuve una vida deportiva plena.

¿El sobrepeso le afectó para que usted decidiera retirarse de su carrera deportiva?

El sobrepeso me afectó a mí en el tema de la estética.  A veces los dirigentes de los equipos dudaban en contratarme por mi contextura física. Me decían que era gordo y que así no iba a rendir, pero a nivel personal no me afectó,  porque para mí era una ventaja. Yo iba a choque con los defensores y ahí ganaba por mi fuerza. Eso me ayudaba hacer goles, siempre fui un goleador y por algo estuve siempre en la tabla de goleadores. Competí con grandes delanteros, Wilmer Velázquez, Luciano Emilio, Jerry Bengston y eso que yo estaba siempre en equipos chicos. Siempre fui y seré un goleador.

¿Fue ingrato el fútbol con usted?

El fútbol fue lo mejor que me pasó, porque gracias al fútbol acepté a cristo. Gracias al fútbol pude conocer Europa y para mí el fútbol fue mi salvación.

Frases

¡Vaya pasada!

“Una vez me fui hacer un examen de colesterol, estaba en Real España y yo salí bien, pero mi otro compañero salió mal. Él estaba bien enojado, porque yo era el más gordito. No te voy a decir el nombre por respeto”.

Una espinita…

“Me dolió no poder ser campeón, pero yo vivía mi realidad y siempre llegaba a los equipos para salvarlos del descenso. Tenía que luchar ante tantas cosas, pero no me arrepiento de nada de lo que he vivido”.

Legado

“Quiero que la gente de Honduras me recuerde como un goleador que vino al país para arrancarle miles de sonrisas y como una persona que ayuda a los demás. Me gusta proyectar a las personas”.