I de II partes. Por: HERMAN RUIZ KATTÁN/ÓSCAR FLORES LÓPEZ
Viste de negro. Rostro marcado por el dolor. Físicamente joven, pero envejecida del alma por el dolor provocado por el asesinato de su hijo. Mientras Tatiana Núñez libra una batalla contra un sistema de justicia que es una mierda, las cinco personas que están implicadas -uno como autor material y cuatro como cómplices-, en la muerte de Carlitos Collier están libres, pues una jueza leyó el libro de las leyes al revés.
Hace frío en la cabina de Radio House, y por las ventanas podemos ver el cielo nublado de Tegucigalpa. Lloverá más tarde; ahora no. Tatiana Núñez se sienta y saca fuerzas no sabemos de dónde, pero las saca. Peleará como una fiera hasta que aquellos que tuvieron algo que ver con este brutal asesinato que ha conmocionado al país estén donde deben estar: detrás de las rejas.
Aunque habla con suavidad, su voz retumba. “No, no tengo miedo. No tengo vida… No me la pueden quitar”, dice, mientras contiene las lágrimas.
En “Frente a Frente” vimos las imágenes de su hijo fallecido. ¿Por qué lo permitió?
El doctor Dennis Castro me llamó por teléfono para pedirme autorización para presentar esas imágenes. Estábamos con el papá de mi hijo, que se encuentra en muy mal estado, tanto físico, como mental. Está en estado de shock, porque recogió el cadáver de su único hijo y de su hijo amado.
Él me dijo que no lo autorizara, pero le dije que sí lo íbamos a hacer porque es una medida de prueba para que la verdad salga a la luz.
Porque los muchachos siguen sosteniendo que es suicidio. Presentaron las imágenes, pero yo no las vi. De esa manera las autoridades verán que es un homicidio y que los culpables están libres, los cuatro…
Están acusados por encubrimiento y no hay nadie detenido por homicidio hasta el día de hoy. Básicamente lo hice por un tema de justicia y para esclarecer el caso, por eso fue que lo permití.
Fue una decisión dolorosa, duele el alma y el corazón. Pero no vi las imágenes.
¿Con quién vivía Carlitos?
Con ambos. Pero pasaba más tiempo con su papá, porque allá estaba su abuelita, que es como su mamá. Mi relación con la familia Collier es muy buena.
Mi casa es su casa-se refiere a Carlitos-, tiene sus llaves, su cuarto.
¿Hasta dónde piensa llegar, Tatiana?
Espero que esta vez la justicia hondureña haga su cometido, que meta a estos muchachos a la cárcel y se realice el juicio donde se les deduzca responsabilidades; de lo contrario llegaré a instancias internacionales.
Quiero ver a los cinco en la cárcel. Carlos Zamora era el mejor amigo de mi hijo. Zamora y Susano se quedaban en la casa a dormir.
No porque sea mi hijo, pero mi hijo no hubiese hecho eso, no le hubiese hecho daño a Zamora, a quien consideraba su hermano.
Todos tienen responsabilidad, sobre todo cuando el doctor dijo que mi hijo pudo haber estado vivo 45 minutos. ¿Sabe lo que eso significa?
Lo que siento es indescriptible, mi hijo está conmigo para darme fuerza… Yo pregunto: “¿Tuviste un amigo que durante 45 minutos estuvo vivo y no lo llevaste al hospital?”. ¿No es homicidio? ¿No es asesinato?
¿Cómo es posible que el nuevo código penal diga que usted puede encubrir un crimen y usted salir libre el mismo día? ¿O Salir mañana con medidas sustitutivas?
FOTO: Tatiana Núñez llegó acompañada de Vilma Zúniga, su abogada.
¿Teme por su vida?
No tengo vida. No me la pueden quitar.
¿Ha recibido amenazas, indirectas, mensajes subliminales?
No. Los únicos mensajes que he recibido es que no hable mal de la Policía, de la Fiscalía, que no mencione a la ATIC, porque dije que andan locos en operativos aquí, operativos allá y cuando se trata de estos casos no son diligentes. Claro, la ATIC no lleva mi caso.
¿Por qué no decirlo? Desde el punto de vista de madre que soy yo, la mamá de la víctima… Si para mí no fue diligente la Fiscalía, porque era el ente acusador en ese momento, para mí no fue diligente; ellos se deben a nosotros como ciudadanos. ¿Por qué tenemos que temerle a la autoridad?
Los mensajes son gente que me aconseja porque dice que ellos no serán mí aliados. Pero no estoy pidiendo nada que no me puedan dar. No estoy pidiendo nada dónde ellos no tengan la obligación de darme.
Estamos viviendo en un país que hay que pedir el favor para que se haga justicia.
¿Quiénes son los autores materiales e intelectuales de esta pesadilla?
Todos. Todos ellos.
¿A quién acusa de asesinarlo?
Creo que fue Susano.
Zamora se encuentra prófugo. ¿Cómo autor material, cómplice o en que condición?
Él es cómplice.
Leyendo El Heraldo, Olga Ferrufino asegura que la pistola era de Carlitos. ¿Tenía armas?
Mi hijo no usaba armas. Olga tiene que probar que la pistola era de él. Olga mandó un mensaje donde decía que ella lo amaba. En el mensaje también decía: “¿Cómo le voy hacer eso si yo lo amaba?”.
Olga, si lo amabas… ¿Cómo es posible que lo fuiste a tirar? ¿Cómo es posible que no lo llevaste a un hospital? ¿Cómo es posible que lo estés difamando y no estés respetando su memoria? Está diciendo cosas que no. Hoy dice unas, mañana otras, en la declaración dice otras.
¿Le gustaban las armas a Carlitos? ¿Tenía temperamento violento?
Tatiana Núñez suelta una pequeña sonrisa: “De ninguna manera. Él era un muchacho vivaz. Un muchacho lleno de vida que se sentía Supermán. Le gustaba proteger a las personas, no le gustaban las injusticias. Desde chiquito tenía esa manera de ser.
¿Usted tuvo alguna corazonada ese día?
No. Jamás me imaginé que Carlitos se me iba a ir así. Sin embargo, le decía que no me gustaban esas amistades, se lo decía su papá, su familia, yo…
Pero cuando usted le dice no a algo de su hijo, más bien hace lo contrario. Son mis errores y los estoy pagando caro.
¿Tienen algún cargo de conciencia de no haber sido más firmes?
Claro. Los dos. Tanto Carlos, como yo -dice Tatiana Núñez. Luego toma un poco de agua.
