La Esquitería; una nueva manera de comer el elote y lo vas a querer con todo

Foto Pavel Aguirre

Era de mañana, el reloj marcaba las 11 y nos dirigimos con mi compañero de “reporteo” hacia La Esquitería, ubicada en la universidad Católica de Tegucigalpa, íbamos en búsqueda de un buen esquite. Elaborados por Fernando Aguiluz, un hondureño emprendedor que ha hecho negocio con la venta de este peculiar bocadillo.

Pero se preguntará qué es un esquite, pues es una comida propia de México que consiste en desgranar el maíz dulce y prepararlo con diferentes condimentos como chile, limón, queso cheddar, mayonesa, queso y otros ingredientes más.

Es una golosina bastante diferente a lo que conocemos como el elote loco, parecido pero no son iguales, Fernando nos cuenta que ha sido muy bien aceptado por los hondureños que han tenido la oportunidad de probarlo, en este caso los estudiantes de la universidad Católica.

Veamos que más nos contó este pequeño emprendedor sobre los famosos esquites…

Foto Pavel Aguirre
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¿Dónde descubre los esquites?

“Fue en un viaje a México fui por algo turístico, pero fue estando allá que vi que en cada esquina vendían esquites, que son elotes desgranados, entonces me entró la curiosidad de saber qué eran y cómo se hacían”.

Mientras preparaba un vasito de esquite nos explicaba que al regresar a Honduras y al ver que no había empleo vino a su mente la intención de poner un “puestecito” de esta golosina, ya que pocos o casi nadie conocían de ella y quizás les pudiera despertar curiosidad el probarla.

Foto Pavel Aguirre
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¿Cómo decide poner un negocio de este bocadillo en Honduras?

“Al principio no lo vi como una oportunidad de negocio, pero ya estando acá y por falta de empleo fue que me puse a pensar en qué podía hacer y fue así como recordé a los famosos esquites y pues comencé.”

Al principio el negocio era únicamente en eventos, fiestas, cumpleaños y otras actividades donde Fernando dio a conocer y probar los esquites al ver la buena aceptación fue analizando la posibilidad de poner su propio establecimiento.

Foto Pavel Aguirre
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¿Dónde son los comienzos de La Esquitaría?

“Empezamos nada mas solo con eventos, cumpleaños y eventos corporativos ya que al principio encontrar un local fue algo que se me hizo muy difícil ya que se nos cerraron las puertas en varios lugares”.

Le resultó un tanto difícil al comienzo, sin embargo se lanzo a intentarlo pues nos comentó que se le cerraban las puertas debido a que los dueños de localidades creían que el negocio no sería rentable, pero su sueño por lograr dar a conocer este producto lo llevo a insistir.

Foto Pavel Aguirre
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¿Cómo ha sido la aceptación de este producto ante un público tan joven como lo son los estudiantes?

“Ha tenido una muy buena aceptación porque es un producto diferente que brinda la posibilidad de comerlo de una manera más fácil y más presentable”

Mientras que algunos miraron siempre el negocio de Fernando como algo no factible, para el siempre fue una esperanza para salir adelante en un sistema donde las oportunidades de empleos están verdaderamente escasas.

Foto Pavel Aguirre
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¿A qué retos se enfrentó para poder llegar poner su negocio?

“El primero cuando muchos me cerraron las puertas porque pensaron que el negocio no era rentable cuando ni siquiera se dieron la chance de probarlos; la seguridad también fue un obstáculo pues ya ningún lugar es seguro para poner un puesto de comida”

La espera fue larga y después de tanto intentarlo la universidad Católica le abrió las puertas para poder incursionar con los esquites ante los estudiantes a quienes les ha gustado mucho este bocadillo mexicano.

Foto Pavel Aguirre
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¿Qué mensaje les enviaría a esas personas que tienen el deseo de emprender?

“Algo muy importante en esto de ser emprendedores es la perseverancia, es de los pilares más importantes ya que nos enfrentamos a muchas situaciones, se nos cierran las puertas, pero el ser perseverantes es uno de mis consejos, también creer en lo que hacemos y en Dios quien es quien abre las puertas” concluyó.

El proyecto inició en el 2016 y ahora ya no es solo un sueño, Fernando se atrevió y ahora está dando lo mejor de si para sus clientes y su familia quienes lo han apoyado en cada decisión, él y su negocio son sin duda un claro ejemplo de perseverancia para muchos hondureños que tienen en el corazón y en la mente el deseo de emprender.