Se acerca la celebración de Noche Buena y con ella viene la tradicional entrega de regalos que se lleva a cabo en cada hogar a eso de las 12:00 de la noche. Pero ¿qué simboliza esta tradición y cuándo surgió? Aquí te contamos un poco más sobre ello.
Existen diversas teorías en cuanto al origen de esta tradición, una de ellas es el de origen pagano, donde se dice que antiguamente se hacían rituales durante el solsticio de invierno en honor a los dioses.
Por otra parte, en Roma, la teoría más conocida era sartunalia, en la que rendían culto al dios del grano y de la agricultura, esto entre las fechas del 17 al 24 de diciembre de cada año, tiempo en el que se efectuaba un intercambio de regalos como símbolo para atraer que la próxima cosecha fuera buena.
Pero la teoría que más se maneja, se remonta a finales del siglo III, En Licia situada en Asia Menor, donde un niño llamado Nicolás quedó huérfano y heredó toda la fortuna de sus padres y se convirtió en un bondadoso sacerdote que ayudaba a niños y desamparados. Y fue desde entonces que comenzó la tradición de obsequiar regalos a los más pequeños de la casa.
Y hasta los tiempos la tradición ha cobrado fuerza cada vez más, hoy casi en todos los hogares del mundo, si no es que en todos, se regala algo durante la Noche Buena, pero ahora como un acto de cariño, amistad o simplemente de bondad.
La noche del 24 siempre se presta para tener una buena acción con alguien y cuando se trata de la propia familia pues todavía más. En Honduras no todas las familias lo realizan pero si en su mayoría, incluso hay algunas que compran los regalos desde noviembre y son colocados bajo el árbol de Navidad, para después abrirlos hasta el 25 a las 12:00 de la noche.
Los hondureños por característica tienen nobleza y buen corazón, y durante esta fecha hay quienes tienen la iniciativa de compartir con niños que provienen de familias de escasos recursos, llevando juguetes y comida a los más necesitados.
La Navidad llegó y los regalos ya están listos. Pero el sentido de la Navidad, debe ir más lejos que un simple regalo, debe ir por el amor, la comunión y el regocijo entre los nuestros, es el momento para reflexionar y perdonar a los que más queremos.
