La vacuna contra la influenza H1N1 está certificada por la Organización de Panamericana de la Salud (OPS) y es de buena calidad.
Así lo aseguró la ex ministra de Salud, Roxana Araujo, tras señalar que “la vacuna no es de mala calidad ni que vaya a producir otras enfermedades o reacciones adversas, es una vacuna certificada por la OPS”.
“Aclaro esto, porque hay audios que han circulado como metiéndole miedo a la población en cuanto a que la vacuna puede producir esto o lo otro”, enfatizó.
Reconoció que como cualquier medicamento, genera algunas veces, reacciones, pero eso nadie lo puede predecir, pues depende de cada persona.
La vacuna es sólo para grupos vulnerables, entre ellos, niños menores de cinco años, enfermos crónicos entre 6 meses y 59 años (con cáncer, diabetes, insuficiencia renal, hipertensos, cardíacos, obesos y trabajadores de la Salud y de granjas) y mujeres embarazadas. No es para todas las personas, aclaró.
La jornada de vacunación contra la influenza A H1N1 inició el 14 de mayo anterior en forma anticipada sólo en Francisco Morazán y Cortés, pues son los departamentos donde se ha presentado con mayor fuerza el rebrote del flagelo
La campaña nacional de vacunación inicia el 4 de junio en todo el país, pero no sólo contra la influenza sino contra cualquier enfermedad que se incluya en el cuadro de inmunizaciones.
Es de destacar que el rebrote es a nivel de toda América, y empezó en Canadá, siguió a Estados, México, Guatemala y Honduras.
En ese sentido, Araujo precisó que las primeras cuatro defunciones, de las 10 que se han presentado hasta ahora por efectos de la influenza, cuatro de ellas eran personas con enfermedades graves de base y una que se había inmunizado.
Araujo comentó que “sólo el año pasado se tenía programado aplicar 700 mil vacunas, sin embargo solo llegó el 70% de la población y el otro 40% de la gente no llegó a vacunarse”.
Pero en el caso, que a un centro de salud se le agote la vacuna, es obligación de ese centro decirle a esa persona que la próxima semana llegue para ser inmunizado, pues se le reabastece constantemente.
Tengo entendido que en esta oportunidad proyectaron la vacuna a una semana para analizar cómo estaba la demanda, señaló.
“Unicamente el Alonzo Suazo tuvo una demanda de más del 100% de lo programado, entonces puede ser que queden sin existencia en ese momento”, apuntó la experta.
Araujo dijo ignorar la cifra exacta de vacunas destinada por la Secretaría de Salud para cubrir la jornada, “sólo sé que era para algunos municipios de Cortés, la ciudad de San Pedro Sula y Francisco Morazán”.
En el Distrito Central se distribuyó la vacuna en 63 centros de salud y en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), precisó.
Autoridades de Salud informaron que había 1.9 millones de vacunas para inmunizar a los grupos vulnerables.
Mutante
“El problema con la vacuna de la influenza es que a los fabricantes se les complica la situación porque el virus se muta en forma constante”, afirmó.
Eso fue lo que generó el atraso de un mes este año, dijo, tras negar que la Secretaría de Salud “se durmió” o que la OPS no hizo las compras a tiempo.
“Eso hay que dejarlo claro, la vacuna la compra la OPS con un fondo rotatorio, pero la paga el país a bajo costo”, señaló.
“Si una persona se le aplica hoy en dos semanas adquiere la inmunidad necesaria para un año”, dijo.
Asimismo explicó que “la dosis no evita que el ciudadano se enferme en este ese año, de algún resfriado o de alguna influenza, pero sí le evitará complicarse”.
“Es decir, la vacuna previene entre el 50 y el 60% de las hospitalizaciones y previene en un 80% la mortalidad”, concluyó Araujo.
Meta influenza 2018:
Población meta: 1,084,366 personas
Trabajadores de la salud: 24,928
Embarazadas; 146,857
Enfermeros crónicos de seis meses a 59 años: 180,478
Adultos mayores de 60 años de edad: 718,969
Otros grupos en riesgo: trabajadores de granjas avícolas y personal de Senasa: 13,135
1.9 millones de vacunas adquirió la Secretaría de Salud.
