El animal no era el hipopótamo. Los animales son aquellos que lo mataron con un picahielos y golpes en la madrugada del miércoles pasado.
Gustavito no resistió y murió el domingo.
Así fue el trágico fin de Gustavito, el hipopótamo del zoológico de San Salvador. ¡Cuánta bestialidad!
A esos niveles hemos llegado. Matar por matar. Dañar por dañar. ¿En qué mente cabe? Sólo en la de los perversos, en “personas” imbéciles que, lamentablemente, hay muchas.
Gustavito tenía catorce años y era uno de los animales más queridos del zoo de la capital de El Salvador.
“Su muerte ocurre por graves complicaciones en su salud causadas por los severos y contundentes golpes y lesiones que recibió en varias partes de su cuerpo en un cobarde e inhumano ataque que está en vías de investigación”, dijo el zoológico a través de un comunicado.
“Gustavito El animal tenía golpes en todos lados del cuerpo, tenía hematomas a ambos lados del abdomen, tenía un agujero en una pata, tenía golpes al parece con picahielos en la mejilla, una cortada de aproximadamente 15 centímetros en la mejilla”, dijo el director del parque, Vladlen Henríquez.
El animal -según las investigaciones- trató de defenderse, por eso tenía una herida, al parecer hecha con un picahielos, en la parte interna del hocico.
“Las más graves para mí han sido las que tiene en la mucosa oral, que son las que desde un principio le impidieron ingerir alimentos, no podía ni abrir el hocico. Eso nos dificultó el tratamiento porque tampoco pudimos tener libre la vía oral para medicarlo, únicamente vías parenterales”, explicó Virna Ortiz, coordinadora del departamento de veterinaria.
Fue atacado cuando estaba dormido, ya que es cuando sale del estanque -explicó.
¡Cuánta maldad, Dios mío!
