Los que viven del negocito de la H anda con migraña. Cada gol de los gringos significo mucho dinero menos en sus bolsillos.
Ahora volverán a lo mismo de siempre: a tratar de engañar a una afición que de pendeja no tiene un pelo y que no se deja patear con falsas esperanzas.
Da pesar por la gente, porque la Selección ilusiona y nos une, pero tampoco nos podemos engañar: tenemos un equipo débil con poquísimas posibilidades de clasificar al Mundial de Rusia.
Por favor: no nos salgan con la pajita barata esa de “Este martes nos levantamos” o “Hay que estar unidos para salir adelante”.
Y mucho menos eso de “Seamos positivos”. Porque los partidos no se ganan si la afición es positiva o negativa. Se ganan en la cancha. Y eso es responsabilidad única y exclusiva del cuerpo técnico y de jugadores.
Los aficionados merecen respeto y no se les puede ver como la tonta marioneta en manos de aquellos que tienen millonarios contratos de publicidad o que hacen los negocios de sus vidas vendiendo camisetas de mala calidad.
¿Apoyar? Claro. Tampoco podemos dejar solos a los muchachos en estos momentos tan difíciles. Pero tampoco nos ilusionemos. Estamos cuesta arriba, y no es por culpa de la hinchada.
Los fanáticos ya pusieron de su parte e hicieron lo que les correspondía. Para el partido de ayer, los catrachos que viven en Estados Unidos manejaron hasta dos días para apoyar a su H.
Muchos desafiaron, además del cansancio, el peligro de que les cayera la fucking Migra.
Los medios, en la fachada de ser patriotas, saldrán con la canción de siempre: “Este martes nos morimos en la cancha ante los ticos”; “Ante los ticos nos levantamos”; “No todo está perdido”, “Unidos lo lograremos”, y bobadas por el estilo.
Los muchachos se entregaron, hicieron lo que pusieron, pero no les alcanzó. Y las cosas podrían ponerse “pior” si perdemos con los ticos.
