Por RAMÓN LÓPEZ P.
Hay algo que la justicia hondureña nunca ha podido demostrar: que Kevin Solórzano acuchilló al ex fiscal Edwin Eguigure y lo mató.
Sin embargo, Kevin fue sentenciado por asesinato.
SUPONGAMOS que la versión de la esposa de la víctima es cierta, y que Kevin Solórzano efectivamente era uno de los tres hombres que participó en el asesinato.
La viuda testificó que fue otro hombre el que acuchilló a Edwin Eguigure, y que Kevin INTENTÓ dispararle a ella , pero que la pistola se enconchó. Queda claro entonces que Kevin NO es el asesino.
Sin embargo, la “justicia” le cayó encima, lo encarceló, lo juzgó y sentenció por asesinato y tentativa de asesinato. Y, desde su captura hasta la sentencia, para Kevin no hubo medidas sustitutivas.
Todo lo contrario ha ocurrido con los cuatro jóvenes -entre ellos una muchacha-, que son acusados por la Fiscalía de participar en el asesinato de Carlos Collier, ocurrido el 11 de octubre.
Según la Fiscalía, uno de los cuatro detenidos fue el que disparó tres veces contra Carlitos Collier y lo mató. Los otros tres, además de un prófugo, encubrieron el hecho y ayudaron a tirarlo a una orilla del anillo periférico.
Los detenidos aseguraron más tarde que Carlitos Collier se suicidó “de tres disparos”.
¿Por qué a Elías Taufic Chaín Alvarado, James Alexander O´Connor Márquez , Carlos Alfredo Alvarenga y Olga María López Ferrufino una jueza sí les dio medidas sustitutivas y podrán defenderse en libertad?
¿Por qué se deja en libertad a Carlos Alfredo Alvarenga Romero si la Fiscalía lo acusa de ser el asesino? ¿Cuál es la diferencia entré él y Kevin Solórzano? ¿Cuál?
Son preguntas que tal vez un experto nos puede ayudar a esclarecer. Porque nosotros, al igual que el pueblo hondureño, estamos confundidos y llenos, cada día más, de dudas por culpa de esta justicia que, como podemos ver, de justa no tiene nada.
