De tez clara y un metro sesenta, tiene el pelo invadido por las canas y su vestimenta denota un estilo fino y formal. Él es don Merlo, fundador y dueño de la “Barbería Merlo´s”, una de las más famosas del centro de Tegucigalpa. Miles de capitalinos se han sentado en sus butacas a “bajarse las tejas” con este hombre de buen humor y que maneja las tijeras con la habilidad de un cirujano.
¿Usted es don Merlo? -pregunté.
Depende para que lo quiera, ja, ja, ja, ja… Sí, yo soy.
Los barberos antiguos que conocen de estilo y calidad no me dejarán mentir: él es una escuela viviente que se caracteriza por el estilo y calidad de servicio. Don Merlo nos contestó y regresó a su silla, haciendo un gesto me dijo: “Voy a usar algo que ni se imagina usted que existía, háblele al de las fotos”.
Don Merlo sacó una maquina cortadora de pelo con la cual el inició, acomodó sus dedos, peinó a su cliente y chaz, chaz, chaz, chaz.
Luego sacó su as bajo la manga y retocó el corte de su cliente con una poderosa máquina manual para cortar cabello.
Después de unas dos que tres pasadas, don Merlo sacó su escobilla, limpió a su cliente y con un “Listo, lic”, y despachó con un par de años menos a este capitalino. “Ahora sí podemos platicar, hijo”.
¿Don Merlo cuándo inicia usted en esto?
Doce años tenía cuando ya cortaba pelo. ¿Qué más te puedo decir? No habías nacido, creo yo.
¿Siempre se ha dedicado a esto padre?
Sí, toda mi vida, soy maestro de cientos y cientas de personas, aquí vienen a que les enseñe, yo les enseño y cuando ya los veo que más o menos pueden los mando a que vayan a hacer cagadales a otro lado, después regresan y aquí les doy chamba.
¿A qué personalidades le ha bajado las tejas y cuánto costaba antes el corte?
Yo soy famoso hasta en los Estados, ya te voy a contar eso… Aquí, cuando empecé, le cortaba el pelo a Ramón Custodio, a Ramón Villeda Morales y al general Melgar Castro. Antes el corte costaba un pesito con cincuenta centavos.
Ahora cuénteme, ¿cómo es eso que es famoso en la USA?
Jaaaaaa, mirá, papa, con este oficio vos te podés ganar la vida en cualquier parte de este mundo, un día vino un chavo de los Estados Unidos y me dijo “Usted es famoso en los Estados, mi mami tiene un salón de belleza, yo le ayudo y arriba del salón hay unos hondureños que tienen una barbería y que me dijeron que cuando viniera aquí lo viniera a buscar”. Me dijo el chavo este que le enseñara, me pagó y me dio las máquinas; me fui bien.
Me imagino que tiene hijos… ¿Cuántos?
Tengo solo once ja, ja, ja, ja…
¿A Todos los saco adelante con esto?
Once hijos y todos a puro pelo, ja, ja, ja, ja, los mantengo a puro pelito.
¿Cual es la pieza mas vieja que tiene aquí ?
Tengo varias… Lo mas viejo que tengo aquí es esa maquínita manual y las sillas, en el local de aquí en frente tengo la silla más vieja.
Bueno, don Merlo, usted es pesado, va…
“Así es, mirá, hijo, aquí tengo a tres en clases, ¿va que no pensabas que te iba a sacar esa reliquia verdad?
Una pregunta antes de irme ¿Cuando se va la luz, qué ondas?
Jaaaaaa, cuando se va la luz me convierto en la sensación, yo sigo trabajando por que tengo esta maquínita manual, aquí se va la luz y la chamba sigue.
Con esta respuesta cargada de risa me despedí del fundador de Barbería Merlo´s, ubicada una cuadra adelante del famoso hoyo de MERRIAM, justo al lado del Hotel “Boston”.
