Señores y señoras, niños y niñas, con ustedes el villano de la película… ¡Diego Martín Vásquez!
La afición del Motagua ha hablado:
“¡Fuera Diego! ¡Fuera Diego! ¡Fuera Diego!”.
“¡Primi! ¡Primi! ¡Primi!”.
Recibir ocho goles en tres partidos, sumar apenas un punto y técnicamente ser humillado por su más enconado rival, el Olimpia, ha sido algo muy doloroso para el aficionado del “Ciclón Azul”, quien este domingo parece haber llegado al borde de la desesperación.
Empatar como local ante el Real España ha llevado a algunos aficionados a encender las alarmas y pedir la destitución del estratega argentino, algo que hasta cierto punto me parece inexplicable, al menos desde mi punto de vista.
“El equipo que pusimos lo hizo bien, teníamos algunos expulsados, planteamos el partido para ganarlo no para empatarlo. Con el 1-0 estábamos tranquilos pero luego viene el penal y no lo concretamos, después cambió todo”, mencionó Vásquez al finalizar dicho encuentro ante la realeza.
Amigos, les aseguro que Diego no podía entrar al campo para ejecutar el penal que falló Erick Andino Portillo, así que no nos hagamos los locos, cuando un equipo gana todos son triunfadores, pero cuando todo anda mal el único culpable es el técnico.
¡Ey, motagüense!
¿Te acordás como hace algunos años te la pasabas socando para entrar a la Liguilla o para no estar en la zona del descenso?
Bueno, eso quedó en el olvido gracias a Diego Vásquez, y eso nadie lo puede negar. El técnico argentino le ha regresado a Motagua esa etiqueta de equipo grande, y como dicen por ahí: “Cría cuervos y te sacaran los ojos”; la ‘Barbie’ los ha acostumbrado al triunfo y ahora solo ahí quieren estar, pero al parecer se olvidan que hablamos de fútbol.
En este bello deporte se pierde, se empata y se gana por diferentes circunstancias, pero todo está apoyado en un proyecto, el cual debe dar resultado en la etapa más importante, es por ello que considero que el verdadero “ultimátum” de Diego Vásquez es la Copa 14 y punto.
En estos momentos “complicados” es donde el aficionado debe mostrar su apoyo incondicional, pero el hecho de comenzar a gritar como loco que saquen al técnico y que metan a alguien más genera desconcentración dentro de toda la institución, por lo cual el proceso se detiene y es más difícil salir de un bache sin sentido como este.
Es cierto que Diego se ha equivocado en algunos partidos pero eso lo hacen todos los técnicos, además el equipo está en el tercer lugar y aún hay mucha tela que cortar, así que no comprendo el porqué de tanto escándalo.
“No sé cuáles son los nervios si estamos terceros. Los entiendo a los aficionados que gritan, yo también estaba caliente porque era un partido que teníamos ganado”, afirmó la ‘Barbie’.
Entonces…
¿Seguirán pidiendo la “cabeza” de Diego o se subirán a este tren llamado pasión, donde toca sufrir y esperar lo mejor del club, pero siempre apoyando, sin importar las condiciones?
Yo me subiré y espero encontrarlos en la estación 14.
