Llegó el día. El escritor hondureño José Manuel Torres presentará hoy a las 5 de la tarde en la librería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras de Tegucigalpa su obra ESTA TARDE VI LLOVER.
En enero publicamos una entrevista con este talento de la literatura hondureña; la volvemos a compartir con los lectores de RadioHouse para que conozcan un poco más del evento de hoy.
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Dicen que hijo de tigre nace rayado. ¿Y qué pasa cuando se nace en una familia donde no hay uno, sino varios tigres: el abuelo, un tío, la madre…? El resultado es José Manuel Torres, un joven escritor hondureño al que le acaban de publicar en Francia su libro ESTA TARDE VI LLOVER.
Era imposible que Manuel se dedicara a otra cosa que no fuera escribir. Lo trae en la sangre, en el alma. Después de todo, es:
- Hijo de Manuel Torrres y Lucila Funes, dos extraordinarios periodistas de esos que ya no abundan (lastimosamente).
- Sobrino de Matías Funes, uno de los intelectuales más grandes que ha tenido Honduras (también escritor, filósofo y político).
- Nieto de Matías Funes padre, autor, entre otras joyas de la literatura hondureña, de ORO Y MISERIA y ROSA NÁUTICA.
Manuel vive en Marsella desde 2010. Allá da clases de español, trabaja en un restaurante durante los veranos, da visitas guiadas de la ciudad, es traductor-interprete español/francés para el Poder Judicial y, especialmente, escribe.
El hecho que una editorial francesa publique el libro de un autor hondureño no es noticia en un país en el que las portadas se las llevan las imágenes que chorrean sangre. Para Radio House, sin embargo, sí es un acontecimiento que vale la pena celebrar. Y dar a conocer.
Me enteré que acabás de ser papá en Francia. Hableme de tu hijo: ESTA TARDE VI LLOVER.
Esto de que los libros son como hijos es verdad. Desde que supe el día que la imprenta iba a entregar el libro a la editorial, todas las mañanas me levantaba pensando que faltaba un día menos para que naciera.
El 11 de enero nació este nuevo hijo, a las afueras de Marsella, en los locales del Centre Littéraire d’Impression Provencal (CLIP), por sus siglas, a las 5 p.m. Este es como un “hospital” cosmopolita, donde se publican títulos en todos los idiomas.
Sin duda, Esta tarde vi llover será el nacimiento del primer hondureño. Por cierto, curiosamente, el día que nació mi primera hija, Luz, en un hospital marsellés, nos encontramos con mi esposa Charlotte en una sala con cinco parejas más, todos veníamos de un país diferente y cada uno le hablaba a su recién nacido en su propio idioma.
Esta tarde vi llover son dos relatos largos, demasiado largos para ser cuentos, demasiado cortos para ser novelas. En francés le llaman a este género nouvelle. Si tuviera que reducir a dos temas de lo que trata el libro, diría que es un libro sobre Tegucigalpa y sobre el poder.
Lo escribí en cierta forma como una declaración de amor por mi país, por mi ciudad, por lo que somos, por lo que fuimos, por lo que podríamos ser y no seremos, por lo que seremos y no sabemos. Creo que cuando la gente lo lea se va a decir que esto no tiene nada de una declaración de amor. Pero insisto que es una declaración de amor, una extraña declaración de amor que se le hace a una extraña ciudad, como es Tegucigalpa.
FOTO: Invitación de Casa Colorada para la presentación del libro de José Manuel Torres.
Como todo padre, me imagino que estás orgulloso.
Muy orgulloso, es un libro que me ha dejado contento y no extenuado, con ganas de continuarlo, de verlo crecer, de difundirlo por donde me abran las puertas.
Escribir puede ser a veces un sufrimiento o, por el contrario, algo casi orgásmico. ¿En tu caso, cómo fue la experiencia de ESTA TARDE VI LLOVER?
En mi caso fue como cuando hacés deportes y que andás en una tarde genial, donde todo te sale, donde en cierta forma estás desconectado del mundo para destinar todos tus esfuerzos al juego. Así me sentí, con las palabras que fluían de manera natural, con los personajes claros, las escenas precisas soldándose en mi mente. El primer relato fluye fácilmente, se lee de corrido, el segundo, en cambio, es más experimental. El libro está concebido así conscientemente, porque, como te digo, sentí que podía jugar con la forma, crear algo un poco abstracto, pero mantener a la vez una escritura sencilla y abordable.
¿Por qué ESTA TARDE VI LLOVER? Me recuerda a la canción de Manzanero.
Ja, ja, ja, porque es la música de fondo del relato que lleva el mismo nombre…
¿Cuánto tiempo te llevó escribirlo?
Lo escribí en tres tiempos. El primer relato lo escribí de un tirón, en Honduras, en 2010. Me tomó como una semana, el segundo relato, lo escribí en dos meses, hace cinco años, en Francia. Luego me olvidé de esos dos escritos. No volví a tocarlos, incluso los había olvidado.
Pero en septiembre pasado, me puse a recopilar mis archivos y me encontré con la agradable sorpresa de que estos dos textos seguían vigentes. Descubrí que eran honestos y que buscaban situar a Tegucigalpa en una esfera literaria, realista, pero a la vez un poco onírica, nostálgica. Eran un hervidero de ideas, así que me puse de inmediato a re-trabajarlos, todos los días, durante más o menos dos meses.
¿Cuál es la trama?
En el primer relato un hombre pierde su sombra, después contrae la lepra y relata su historia, mientras agoniza, a un docente universitario (extranjero) que escribe una tesis doctoral sobre la lepra en Centroamérica… Como podrá apreciar el lector, es una manera de decir “verde” para decir “azul” …
En el segundo relato (el que es más experimental), una mujer muy poderosa recibe la noticia de que su esposo (que es también un tipo oscuro y poderoso) tras un mes en coma, finalmente ha fallecido. A partir de ese momento comienza el asedio de los recuerdos y el vértigo narrativo, la intromisión de voces, el tejido de conversaciones.
El cuento es un viaje de esta pareja a través del tiempo, un poco a la manera de Cuento de Navidad de Charles Dickens, con ese increíble personaje que es Ebenezer Scrooge. No lo presento de la misma manera, claro, pero la idea es más o menos esa, volver hacia atrás, escudriñar el tiempo y descubrir los símbolos que más o menos explican las personas en las que estos dos personajes se convirtieron.
No hay nada moralista ni aleccionador. Lo que sí puedo decir es que es un ejercicio para conocer el poder, donde se mezclan elementos reales y de ficción. Al mismo tiempo, en ambos relatos, pero sobre todo en este último, propongo un viaje por Tegucigalpa, un viaje en un viejo Datsun despechado que solamente sintoniza las emisoras del A.M.
¿Cuándo estará en Honduras?
En febrero regreso con mi esposa y mis hijas para Honduras, estaremos cuatro meses. La idea es hacer varias presentaciones en Tegucigalpa y otras ciudades del país. Creo que no lo vamos a meter en venta en librerías, vamos a organizar presentaciones porque queremos acompañarlo hasta las manos de su lector. Así como hacía mi abuelo Matías Funes, que iba de puerta en puerta con mi abuela Lucila, para vender sus libros que había publicado en Costa Rica.
FOTO: Portada de Esta tarde vi llover del escritor hondureño José Manuel Torres Funes.