Durante décadas, la población patepluma pidió una nueva estación policial, moderna, que ayudara a reducir los índices de violencia.
Pues bien: esa larga espera llegó a su fin con la nueva Unidad Departamental de la Policía (UDP), en la ciudad de Santa Bárbara.
La inauguró JOH, y fue construida con fondos de la secretaría de Seguridad y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con una inversión de 87 millones de lempiras.
Este será el cuartel general de 200 agentes.
“Esta instalación no tiene precedentes en la historia de Honduras y es impresionante el edificio, porque se busca dignificar la vida de nuestros hermanos policías”, dijo JOH.
“Estamos haciendo esto porque todos deben recordar de dónde venimos. Recuerdo que nos robaron la esperanza, y a niños y jóvenes se les robó la felicidad y el mundo delincuencial se instaló en Honduras con componente transnacional”, añadió.
La gente de Santa Bárbara seguramente imaginó que no se podrían recuperar la paz y la tranquilidad; aquí se dieron hechos dantescos y marcaron la vida de toda una generación, pero se ha avanzado, dijo el titular del Ejecutivo.
Recordó que “los compatriotas habían perdido la esperanza, pero no podía unirme a ese grupo y por eso trabajamos en el Congreso Nacional para construir un andamiaje jurídico para combatir la criminalidad”.
Por eso es agradable saber que la semana pasada vino a Honduras el Instituto Global de Paz, “que en su momento dijo que éramos el país más violento de la tierra; ahora llegó al país para decir que hemos avanzado y que hoy Honduras es ejemplo en la región”, indicó el gobernante.
Para el pueblo patepluma es una excelente noticia. Los únicos maleados con esta nueva oficina son los criminales de la zona.
