Berta Cáceres, defensora de la tierra y agua de las comunidades indígenas; hoy, un mes después de su muerte no veo la lucha de la que tanto hablan en las calles, miles de hondureños se fueron en el caso del seguro, ciudades, pueblos y gente inocente lloraron la perdida de sus familiares. Este día un río acompañado de miles de indígenas llora la perdida de su defensora.
Berta Cáceres fue asesinada en su casa de habitación, junto a a ella estaba un defensor mexicano compañero de lucha en estas aguas turbulentas que el gobierno maneja a su placer. Según información que trascendió en los medios, su ultima frase fue “Llama a Salvador”.
Hoy escribo esto estando seguro de lo que defendía esta señora, algo que logre conocer en la calle. A un mes de su ausencia el único que la recuerda y que la extraña es su pueblo y el caudal del río Gualcarque.
Las caminatas ya son casi silenciosas y las calles son adornadas por militares armados y personas indiferentes a un cambio, cambio que esta en cada uno de nosotros, así que me pregunto: ¿Dónde está el presidente cuando dijo que habían pruebas contundentes con este caso?, ¿Dónde está el FBI?, ¿Dónde esta el pueblo?…
Preguntas que se las lleva el aire así como los indígenas llevan el agua que les trae el río que defendió con su vida Berta Cáceres. Hoy el río se lleva su lucha y trae con el nuevas amenazas de transnacionales que acorralan un pueblo sin escudo, como los cientos de militares que rodean este cementerio gris llamado capital.
“Moriré siendo una, Pero regresaré siendo miles”, Berta Caceres.
