¡El sentimiento que provoca ser padre!

¡Pápa! ¡Papito! Así es como me llaman mis hijos. Nunca había entendido muy bien la relevancia de celebrarle a un padre con un día “especial” en el año hasta que…

A medida vamos creciendo se van quedando en el tiempo y en el pasado muchas cosas. Los regaños por ejemplo. Sin duda el tiempo se encarga de recordar cada palabra que vino de nuestro padre para corregir alguna situación que para él no era correcta y ameritaba un llamado de atención, un grito o un fajazo.

Y la vida nos recuerda de la manera más directa y más profunda que puede haber, con las mismas situaciones que nosotros como hijos hicimos siendo niños o jóvenes. Ahora la vida vuelve y te enseña con tus propios hijos el duro camino que representa ser padre, no se enseña en ningún libro, se aprende y la única manera de poder compararlo es con mi papá y con los amigos que son padres ejemplares que te enseñan la responsabilidad, el deber, el respeto, el cariño, el amor y el sacrificio de dejarlo todo para dárselo a los hijos.

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Mi papá cambió por completo su estilo de vida para dejarnos ejemplo con acciones y ahora que soy padre no me queda otra que seguir el mismo camino y dar el ejemplo por dos razones: Rendir tributo a quién te educó y enseñó a enfrentar la vida y por el amor y responsabilidad de dejar hijos de bien ante la sociedad que beneficia directamente al futuro de un país.

El tiempo se detiene cuando estoy con mis hijos. No puedo emitir un juicio de sí soy un buen padre o no, pero me ayuda mucho a tener una idea la reacción de mis hijos cuando me ven llegar. Sus ojos brillan, corren a darme besos y abrazos y sienten que llega la persona que los cuida y ama. Nunca van a entender que son ellos los que me dan fuerza y me motivan a seguir siendo mejor hombre cada día.

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A la vida le pido que me de las oportunidades para poder hacerlos felices siempre y a la muerte que no me vaya a joder llevándose a uno de ellos primero que a mí porque no podría soportarlo. Por ley deberíamos ser nosotros los padres los que se van ya cuando ellos tienen una vida hecha.

A los padres que conozco y con los que comparto a diario, pasen un feliz día. En especial a mi amigo Óscar Flores quien cada día me recuerda como debe ser un tata de p#ta madre. A mi papá por ser ejemplo a seguir, a mi abuelo Luis el motor de la máquina, al Oso Montero que lo da todo por sus hijos, a Jacobo y Pagels. A mis amigos y hermanos de “Péguele Sin Miedo”, Chema, Beto y Silva. A mis tíos y primos.

A todos los que leerán esta opinión que se fue muy apegada a mi sentimiento de ser padre.

¡Dios los bendiga a todos!

NOTA: Todas las gráficas pertenecen a Óscar Flores. Robadas de su facebook. 
¡Perdón y permiso!