Billy Joya: ¡Jamás secuestré, torturé o asesiné!

Hay fantasmas que nunca descansan y deambulan por los callejones de los recuerdos. Hay estigmas que nunca pasan de moda y la sociedad se niega a olvidar, sobre todo cuando se trata de personas desaparecidas. Padres, hermanos, amigos que nunca volvieron a casa. Hoy me senté a platicar con Billy Joya, una figura polémica y estigmatizada. Que sea el mismo que nos cuente qué ha sido de su vida y la versión de su verdad. 

¿Está listo para la confesión?

Eso le iba a decir, Herman. Nunca he ido a un programa diciendo que me pueden preguntar y que no. En el concepto de que usted como buscador de noticias y de la verdad usted tiene el derecho a preguntar lo que quiera y yo tengo derecho a considerar lo que considere oportuno. A eso le llamo libertad de expresión.

¿Por qué escribió el libro: “Así me acusaron”?

Siete años antes de que se publicara ese libro, tomé la decisión de escribirlo, con mi asistente, me senté y logré ponerle el título. Después me tomé un descanso, de siete años.

Sabía que era una tarea pendiente, porque mediáticamente la izquierda nacional e internacional me había esquematizado. Entonces, me dije: “No me puedo ir de este mundo sin dar mi testimonio”. Básicamente era una tarea pendiente con mi familia, con mis hijos, tratar de limpiar mi nombre bajo mi verdad y mi óptica.

Cuando en el gobierno del presidente Lobo anuncian la creación de la Comisión de la Verdad, dije que era una excelente oportunidad, y en un promedio de nueve meses, logré escribir ese libro. Después pedí cita ante la Comisión,  soy el único que no fui convocado ni citado por la Comisión, hubo cierta dificultad, porque aparentemente no me querían recibir. Me recibieron y les presenté este libro a manera de informe.

Les dije: “Señores, ustedes mismos pueden investigar, mi nombre sale relacionado a nivel viral, vía Internet y medios de comunicación en 30 millones de enlaces, en los que usted ponía en 2009 y 2010 el nombre de Billy Joya. Todos hablaban mal de mi.

Esa fue la motivación. Afortunadamente tenía información guardada, porque siempre he sido ratón de biblioteca. Empezamos a narrar los cinco casos por los que me acusan y los 19 delitos que me imputaron. Ese fue el resultado.

¿Su libro dice la verdad?

Ok, voy a decir que es mi verdad, porque creo que no existen verdades absolutas. Hoy quiero contar mi verdad, hago un esfuerzo sobrehumano para alejarme de los sesgos, de la rabia que pueda llevar adentro después de tantos años de señalamientos y las oportunidades de desquite que esta gente siempre anda.

Después de 28 borradores, se lo pasé levaba el libro, fue pasárselo a un buen grupo de abogados amigos personales. Me dijeron: “Billy, quitale todos los calificativos”. Por ejemplo mencionaba: “La mano negra que intervino en este caso”. Después del consejo quitamos los calificativos y dejamos el libro a nivel plano, objetivo de la información que pudiera poner, para que el lector tomara sus propias conclusiones. Para no orientar ni inducir al lector, para no decirle “Mire, estoy hablando de él y es una mala persona”.

Tengo que decir: “Esta persona dijo e hizo esto, usted concluirá si fue bien actuado o no”.

 

¿Supo que pasó con los seis estudiantes?

Narro en mi libro, justamente bajo la óptica de la información que yo manejo, el caso de los seis estudiantes de forma muy particular. Me baso en las declaraciones porque cada vez que fui acusado, mi primer acción fue conseguir una copia de la acusación, ver de qué me acusaban y cuáles son las evidencias documentales, peritales o testimoniales que se presentan en mi contra.

Al final eso es lo que yo voy a tener que rebatir. Entonces, es interesante en las mismas declaraciones de los seis estudiantes; cuando por lo menos cuatro de los testigos describen físicamente al oficial responsable del operativo, de la captura y detención de ellos.

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¿Cómo lo describían?

Lo describen como un hombre de 40 años, cuando en aquel entonces yo tenía 27, trigueño y fornido, con tez oscura y pelo oscuro. Usted me ve, siempre he sido delgado, nunca he sido trigueño y mi pelo siempre ha sido claro.

Sin embargo, cuando estuve en el 95 declarando ante la fiscalía, después de cuatro horas de interrogatorio esa fue la pregunta clave. Al final, la fiscal Sonia Marlina Dubon de Flores me dijo: “Mire tengo un caso donde dicen que si lo vieron actuando en una detención ilegal”.

Yo sabía perfectamente a qué caso se refería, sabía de qué estaba hablando, saqué el recorte del diario. Porque había noticias de la época y le pregunté si se refería al caso de los seis estudiantes. Ella contestó que sí.

Me preguntó: “¿Estuvo usted allí, Billy?”.

Adivine “¿Cuál fue mi respuesta?”.

Que sí estuvo en el lugar.

Estuve en el lugar, ahora, debo aclarar en qué condición y bajo qué circunstancias, porque eso hacen la diferencia. En el libro detallo claramente, porque en realidad la detención la hizo la Dirección Nacional de Investigaciones, los detuvieron, los arrestaron, se los llevaron y yo fui un comando de apoyo a esa detención, pero no hice apoyo, porque l DNI en dos intentos los detiene. Yo llegué cuando ya se los llevaban detenidos. Nunca hubo contacto físico con los detenidos, nunca los detuve, no sé dónde los llevan, no tomé ningún tipo de participación.

¿Usted fue parte del DNI?

Nunca. Ahora, las declaraciones de todos los testigos de la fiscalía. No solo en el caso de los seis estudiantes, en todos los casos. Siempre mencionan al DIN, nunca mencionan al 3:16.

¿Pero sí fue parte del 3:16?

Nace dos años después de todos los acontecimientos y los hechos de los cuales me han acusado.

Todos esos casos que son en el año 82, son antes de la creación del batallón 3:16 en el año 1984, del cual soy miembro inicial.

Le pregunto a usted o a cualquiera que lea la entrevista: Si yo mañana le quiero poner a usted una denuncia o una acusación por algo que usted dijo aquí en RadioHouse. Viene usted y me dice: “Mire, pero yo empecé a trabajar allí hasta dos años después”.

¡No procede, señor!

Exactamente. Mire, lo que sucedió, cuando esta gente vio que Billy Joya nunca había trabajado en el DNI, entonces, allí es donde convierten al batallón 3:16 en un mito.

Entonces, comienzan a decir: Batallón 3:16, es sinónimo de escuadrones de la muerte.

¿Qué hacia el 3:16 exactamente?

La unidad que nace en el 3:16 de la cual prácticamente soy el director, es la unidad de intervención de armas y andábamos por todo el país, en puertos, aduanas en territorios revisando furgones. En el primer informe que presento, llamado: “Informe BJ”, fue presentado en el año 85. Hago una incautación numérica de todas las incautaciones, municiones, armamentos, explosivos que en esa época se lograron hacer.

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¿Qué pasó con Hans Madison?

Es uno de los casos más emblemáticos de mi libro, porque demuestro cómo la fiscalía de Edmundo Orellana y de Sonia Marlina Dubón de Flores crearon un cuerpo del delito falso. La Fiscalía me había acusado por el caso de los seis estudiantes, habían pasado casi dos años y medio sin que el caso pudiera avanzar porque verdaderamente la única evidencia que tenían que eran testimoniales en el caso de los estudiantes, cuatro declaraban en mi descargo.

Cuando querían ubicar a Billy Joya en tiempo y forma en el día de la detención en 1982 decían: el DNI, el DNI. Y nunca estuve en el DNI. Además, cuando los testigos describían físicamente al jefe del operativo, no tenía nada que ver conmigo.

Entonces, ya la Fiscalía de Edmundo Orellana iba de salida después de tres años y medio de estar en el proceso y cuando a mí me dan libertad provisional por falta de méritos en ese caso, el mismo día el fiscal Juan Carlos Díaz interpone la siguiente acusación por el caso: Hans Madison.

¿Pero qué pasó con Hans Madison?

Puedo responderle con deducciones. Bien, la Fiscalía del Estado sabía que sin cuerpo del delito, no hay delito. Por ejemplo: Si usted me va a acusar a mí de que yo me llevé su celular, usted tiene que comenzar demostrando que el celular existía. “Usted dice: Aquí está mi factura, mi registro telefónico, mis recibos de cada mes, entonces, el celular existía y este señor se lo llevó de la mesa”.

Pero, tiene que haber pre existencia. En el caso de un homicidio tiene que existir el cuerpo del delito, cuando la Fiscalía se da cuenta que no existe cuerpo del delito, van y recogen una osamenta en las Vueltas de Comayagua y desde los primeros peritajes del juez de paz definen que ese cuerpo en descomposición es tez trigueña, pelo colocho y otra serie de descripciones que ellos van diciendo Después, los peritajes forenses ratifican las características físicas y cuando la familia va a declarar y describe físicamente a Hans Madison dicen que era una piel tan blanca, ojos entre verde y claro, pelo rubio. Su padre era esloveno.

No era un prototipo físico normal, sabiendo la Fiscalía que no es el cuerpo, hace una jugada previa a la salida de los cinco años de Edmundo Orellana y consiguen que un juez le dé vida a ese cuerpo del delito falso con la declaración de la madre de Hans Madison cuando dice que al ver la placa dental del esqueleto, ella reconoce que es su hijo, por una placa, entiendo, que de dos dientes.

Cuando le preguntan a ella: “¿Dónde está la placa?”, ella responde: “Fíjese que me la llevé para Nueva York y la perdí”. En ese caso ni siquiera hay cuerpo del delito, ahora, tome en cuenta que los fiscales logran que el juez incurra en prevaricato, que es dar un fallo no basado en ley. Logran que la familia de Hans Madison reciba el esqueleto, hacen una misa de esqueleto presente y lo entierran.

Entonces, yo dije: “Allí está la madre, los hermanos. ¿Cómo es posible que sabiendo que ese no es el cuerpo de él, lo están recibiendo?”. Me quedé con la gran duda.

A los meses, aparece la noticia y dice: “El Estado de Honduras indemniza por 34 millones de lempiras a familiares de los desaparecidos”.

¿Cuál cree usted que era una de esas familias que iba a recibir varios millones por indemnizaciones?

La familia de Hans Madison. La Fiscalía los convenció “Den por hecho que él es Hans y ustedes reciben la indemnización”.

Cuando el fiscal Edmundo Orellana sale de la Fiscalía y entra el otro fiscal, también, apellido Orellana, tengo los recortes donde dice la fiscalía no presentó suficientes pruebas en contra de Billy Joya en el caso Hans Madison. Y vengo yo y le agrego en mi libro la fiscalía presentó las pruebas que tuvo a bien fabricar.

Mire, cuando al fiscal Edmundo Orellana le dijeron que publiqué un libro y lo fueron a entrevistar. Le preguntaron: “¿Qué opina del libro del señor Joya?”. En mi condición de ciudadano le estoy diciendo a él que abusó de poder. Creó un cuerpo del delito falso. La respuesta de Edmundo es: “No voy a referirme a ese tema”.

Me parece un acto de cobardía tremendo, de insolvencia moral porque yo lo estoy señalando a él como responsable de crear un cuerpo del delito y de crear un caso en mi contra por razones ideológicas. Pero, también le hago un agregado, descubro en los procesos de investigación que Edmundo Orellana era amigo personal y familiar de cuatro de los testigos de los seis estudiantes. Mismo caso para Sonia Marlina Dubón porque Milton Jiménez Puerto terminó siendo miembro del gabinete de abogados del abogado Lanza, que fue secretario privado del presidente Zelaya, de Sonia Marlina, y Milton fue amigo personal de otros tres de los seis estudiantes detenidos.

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¿Tiene guardaespaldas?

Ese es otro mito. La gente cree que ando con un ejército de guardaespaldas, con carros blindados, satélites, morteros y tanques. La verdad es que ni siquiera uso arma. Mi hijo tiene 30 años y me dice: “Papá, usted fue policía y nunca nos ha enseñado a tirar o a manejar un arma”.

Ellos jamás han visto un arma en mi casa, creo que eso estuvo bien. No creo en el arma como esquema de defensa, prefiero usar mi inteligencia.

Señor, lo acusaron de 19 delitos. ¿Tiene algo que ver con ellos? ¿De dónde los sacaron?

Es tan irrisorio el tema, de esos 19 hay 5 delitos que me imputaron que ni siquiera existían en el Código Penal.

Aquí lo que pasaba es que ponían la primera acusación y no pegaba, ponían la segunda y tampoco y así sucesivamente hasta llegar a 19.

Al final es bien sencillo, un delito puede ser probado por tres evidencias básicas:

  • Documental
  • Pericial
  • Testimonial

En esos 19 delitos y en los cinco casos que me acusan, le puedo decir que evidencia documental nunca han presentado.

Periciales, todas esas evidencias están a mi descargo. Y testimoniales, todas están a mi favor.

Por ejemplo, los dos casos de Berta Oliva en Olancho, creo que se presentaron 31 testigos pedidos por ellos, los 31 testigos dicen que no saben por qué los llaman, no conocen a Billy Joya, nunca lo he visto, me conocen por los diarios.

Una vez que me acusan empiezan a viajar por el mundo, a decir que en Honduras no hay Estado de Derecho, que compré la Corte Suprema de Justicia, que compré jueces, que intimido. La pregunta clave es: ¿Dónde están las evidencias?, nunca las han presentado, Herman. Hoy por hoy, lo que hago, tengo cinco casos, tres de ellos tengo libertad provisional por falta de méritos, o sea que si mañana el juez dice que quiere cambiar mi estado de libertad provisional me manda a la cárcel. O que a lo mejor reciba una evidencia.

Los otros dos que son los de Berta Oliva, ni siquiera el proceso continuó. Cuando presenté un escrito de interpretación previa, los jueces desestimaron el caso. Entonces, hoy por hoy el tiempo corre a mi favor, ya les di 22 años para que presentaran una sola prueba, tienen cinco casos y 19 delitos. Presenten una sola evidencia, no lo han logrado en 22 años, les voy a dar el resto de la vida, no voy a cerrar los casos. Les daré el resto de la vida para que sigan buscando la evidencia que dicen que existe.

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¿Es un chivo expiatorio del sistema?

No diría tanto del sistema. Sino de los que ideológicamente en su momento representaron al Estado, a las Fuerzas Armadas. Esto no quiere decir que la historia de los desaparecidos no es real. ¿Me entiende? El informe del comisionado Leo Valladares es un informe serio, esa es una realidad que en Honduras se dio y se vivió, pero el punto es lo que durante años le he gritado al mundo es que Billy Joya nunca tuvo que ver absolutamente nada con esa historia de desaparecidos.

¿Qué siente por Berta Oliva?

Le voy a ser franco, es una de las pocas personas que me cuesta escuchar el nombre y me cuesta encontrar sentimientos, aunque fuesen sentimientos de justificación.

No solo en mi libro, sino en una serie de videos que están en mi página web, la pongo en evidencia como una persona que ha vivido toda su vida de esa causa. Ganando premios, recorriendo el mundo, buscando dinero, abusando de la información, falseando la información, dando testimonios mentirosos.

Para ella he sido un símbolo a vencer. Ya hoy, después de la publicación del libro donde yo si presento evidencia de como ella ha manipulado la información y la verdad.

Entonces, no creo que me respete, pero como que ya perdió la fuerza, porque sabe y entiende que cada vez que abra la boca en mi contra no me voy a quedar callado, sobre todo que la voy a poner en evidencia como mentirosa. No le deseo ningún mal, pero sí creo que la historia y la vida han hecho justicia en ese sentido.

¿Qué peso tienen para usted los fantasmas del pasado? 

Para mí ninguna. Pero otras personas que me conocen, porque también he estado en política, es un estigma que en muchas oportunidades me ha cerrado puertas. Porque la gente no está dispuesta a cargar con el peso de la historia y estigma, lo entiendo y lo recibo con paz.

Porque nunca he tenido necesidad de estar al margen de la ley para poder vivir y sacar adelante a mi familia. Es algo que hemos tenido que aceptar. Me tocó vivirlo como oficial de las Fuerzas Armadas de Honduras en una época difícil donde los movimientos de izquierda, comunismo nacional, vía Cuba, Nicaragua y Rusia querían cambiar el sistema democrático en Honduras y en ese sentido puedo decirle que siento un sano orgullo de haber sido miembro oficial de las Fuerzas Armadas y haber defendido la democracia en mi país.

Berta Oliva dice que usted fue parte del 3:16. Que usted torturó, secuestró y asesinó. A parte, voy a formularle una pregunta más. ¿Le incomoda que a pesar de todas las defensas que usted pueda presentar lo siguen estigmatizando como un asesino?

Berta no se equivoca, fui parte del 3:16. Pero miente cuando dice que torturé, secuestré y asesiné.

Le voy a decir, me han hecho esa pregunta varias veces. Tengo paz, vivo en libertad, duermo, descanso bien, trabajo, he logrado sacar adelante a mi familia, obviamente es molesto vivir con el estigma. No me afecta al extremo de poder desarrollarme.

Cuando usted decía, Berta Oliva afirma, y ahí tengo los escritos donde dice: “Billy Joya asesino, torturador”. En una de esas narra y dice que mientras le sacaban los ojos a alguien, yo me comía un cono.

Está bien, no tengo problema que ella lo diga, pero, jamás ha dicho el lugar, la fecha, nunca dice la hora, mucho menos dice el nombre de la víctima; es cuando ella dice que no estaba, si no que alguien vio y le contó. ¿Dónde están esos testigos entonces?… No tengo problema que digan lo que quieran decir, ahora, nunca jamás en casi tres décadas, han presentado una sola evidencia documental, pericial o testimonial que me relacione con ninguno de los casos, mucho menos con ninguno de los delitos.

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Para finalizar: ¿Le teme a la MACCIH o a la CICIH?

No tengo ninguna razón.

Si se desarrolla como un esquema de persecución manipulado políticamente, entonces será más de lo mismo, pero no lo creo. Si el esquema está vinculado a las regulaciones, a nuevas leyes, nuevos reglamentos para operadores de justicia, operadores policiales, solución de casos emblemáticos, entonces creo que Honduras avanzará mucho en este tema.

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