Los seres humanos somos seres razonables y pensantes, continuamente nos vemos buscando la clave de la felicidad, pero quizás no logramos encontrarla porque estamos complaciendo todo el tiempo a otros y es imposible ser feliz cumpliendo las exigencias de los demás.
Se debe buscar tomar decisiones propias o aprender a decir NO cuando algo no está bien o no te agrada, pues si aceptas solo por generar tranquilidad en otros caerás en un grave error que solo harán que nunca puedas encontrar la estabilidad y paz mental.
Si eres de esas personas seguramente has contraído el síndrome de querer complacer a los demás y no te has dado cuenta o quizás sí, tienes miedo no ser aceptado dentro de un entorno en el que te ves obligado a convivir con otros a diario.
Lo curioso es que casi todas las personas hemos pasado por eso pues la necesidad de complacer a todos viene de la misma naturaleza humana, de la sensación reconfortante que nos regala el sentir la aprobación de otros.
Pues algo que experimentamos desde pequeños cuando quisimos la aprobación de nuestros padres o profesores y en la adultés con tu jefe, compañeros de trabajo, amigos o familia.
Cuando se trata de un ambiente laboral, claro que es importante integrarse con los demás y conectar en conjunto pero si en un momento la balanza inclina hacia el bienestar de otro y no al tuyo, será señal de que debes empezar a hacer cambios.
¿Cuáles son algunos de esos cambios?:
- En primer lugar debes aprender a decir que NO cuando no quieres involucrarte en algo o simplemente ese algo no te agrada.
- La próxima vez que te veas obligado a tomar una decisión, piensa antes de hablar y cuando lo hagas hazlo con seguridad.
- No pienses que eres una mala persona solo porque no estás dando gusto a otros, piensa en tu bienestar y paz mental.
- Establece bien tus metas y decisiones y que estas no se vean truncadas por la felicidad el otro.
Es importante que sepas diferenciar entre impresionar y complacer, pues la primera es cuando muestras una postura de ti mismo que te identifica frente a otras personas y la segunda es diferente, es cuando te involucras en situaciones que no necesariamente son buenas para ti, pero si para alguien más.
La realidad es que es imposible complacer a todos, así que esmera todos los días por serte fiel a ti mismo y velar por tu propio bienestar, pues no hay mayor satisfacción que la de sentir que has hecho algo bueno simplemente para ti.