Honduras ya no está para experimentos con los directores técnicos, el proceso de Jorge Luis Pinto dejó en números alarmantes a la Fenafuth. Es lamentable, tanto dinero y no poder logra la clasificación a Rusia 2018.
Los nombres que se manejan para tomar el mando de la “H” no me gustan para nada. Ni Amado, ni Noel, ni Pavón, muchísimo menos Carlos Tábora.
Amado fue parte del proceso fracaso de Pinto, fue el asistente técnico, no me queda claro si no tuvo el carácter para aconsejar al colombiano o simplemente si el Lobo le dijo algo al profesor este obvió el consejo por necedad y terquedad.
Que Amado sea un ídolo de las canchas, capitán de la “H”, leyenda de Motagua no significa que por eso los jugadores que tiene la selección nacional lo van a respetar. Eso va más allá de la figura, basta con ver que no respetaron a Pinto, un entrenador que venía de salir séptimo lugar con Costa Rica en la Copa del Mundo de Brasil.
A parte Amado jamás ha dirigido a ningún equipo nacional o internacional, no se puede medir su desempeño dirigiendo un grupo y tampoco se pueden medir los resultados.
Es el mismo caso de Carlos Pavón, Noel Valladares son personas que en la canche le dieron muchísimo a sus equipos y a la bicolor, pero a nivel de directores técnicos poco o nada se les puede resaltar.
Carlos Tábora es un entrenador que ha hecho sus cosas con las selecciones menores, sin embargo, no lo veo que esté listo para la selección mayor.
Es tiempo de dejar de inventar, Honduras necesita un técnico que conozca a ciencia cierta a los jugadores hondureños, que sepa cómo trabajan, cómo se sienten más cómodos para que puedan rendir de la mejor manera.
Basándome en este último párrafo, en la situación económica de la Fenafuth, pondría una dupla de extranjeros que viven y dirigen en el país: Diego Martín Vásquez y Martín Adrián García.
