El sábado, un día antes de que miles de nacionalistas marcharan por las principales calles de los dieciocho departamentos de Honduras para celebrar la obtención de un millón y medio de firmas que quieren la reelección presidencial, Salvador Nasralla, la figura más visible de la oposición, manejaba su vehículo hacia el sur del país.
“Hoy sábado 16 de julio estaremos a las 12:30 medio día en Nacaome, Valle. A las 2:30 p.m en Choluteca junto a las bases del Partido Anti Corrupción, y en Unimall a las 4: 30 p.m para recolección de firmas en contra de la reelección”, escribió en sus redes sociales Iroshka Elvir, ex miss Honduras y esposa de Salvador.
FOTO: La marea azul en las calles de Tegucigalpa.
La propia Iroshka ha denunciado que “El Partido Nacional ha recogido firmas en favor de la reelección, algunas personas firmaron obligadas, otras para recibir la bolsa solidaria, el bono 10 mil o 500 lempiras para comer, porque si no firmaban no recibían nada”.
Yo entiendo, hay mucha hambre en Honduras por culpa de los gobiernos corruptos y es necesario ayudarles, pero nosotros obviamente empezamos a recolectar firmas sin darle nada a cambio a nadie -agregó.
Pero eso no impidió que miles de cachurecos dieran una nueva muestra de poder y organización.
FOTO: Iroshka y Salvador rumbo al sur del país a pedir firmas contra la reelección.
“Más de un millón y medio de hondureños han dicho SÍ a la Consulta Popular y han manifestado que quieren que los cambios continúen y que el país avance con la visión de país que ha plasmado Juan Orlando Hernández”, escribió el Partido Nacional en su página oficial.
“Ustedes tienen derecho a elegir y decidir quién nos gobierne. Si se reeligen alcaldes y diputados ¿porque no un Presidente?”, dijo Tito Asfura, actual alcalde de la capital.
Mientras el Partido Nacional y el PAC continúan con su pulso de firmas, Libre y el Partido Liberal no dicen ni pío.
¿Y vos a quién les das tu firma?
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FOTO: Salvador y su esposa recolectan firmas contra la reelección en Tegucigalpa.
FOTO: Toma aérea de la marcha de los nacionalistas en Tegucigalpa.
