A los nueve años Bayron Méndez se armó de valor con sus amiguitos, empacó un par de trapos y sueños en una mochilita.
Fue en 2001 para ser exactos… Llegaba el momento en que buscaba nuevas oportunidades, pero sobre todo… volver a ver a su padre Manuel. El sueño lo cumplió y país nueve años en la tierra del Tío Sam.
Bayron porta una camisa escotada color blanco donde muestra sus tatuajes, short negro y tenis Nike. Se le ve serio y callado. Le pido que tome asiento y le pregunto por su infancia en Estados Unidos.
“Yo me crié en Estado Unidos y viví bastante tiempo en el Bronx de New York”, dice Bayron en tono suave y con los brazos cruzados. La idea de hablar de su pasado no le agrada mucho, se pone más serio de lo normal, pero la charla sigue en pie.
“Mi padre quería que me fuera para Estados Unidos para poder estudiar y así poder superarme”, resaltó.
¿Y qué hacía en Estados Unidos? -le pregunto.
¿Qué hacía?.. jee, qué no hacía. (Sonríe por primera vez). Allá estudiaba y jugaba, pero no lo hacía profesionalmente como aquí en Honduras. Jugaba por rigió, por salir de la rutina y porque tenía ganas de jugar y ver a mis amigos. Allá no trabajaba, solo me dedicaba a estudiar.
Ahh o sea que masticas el inglés, veamos… Do you speak english very well, my little dude? (¿Habla bien el inglés mi pequeño amigo?)
Yes, I do. (sí) También me defiendo… Je, je,je.
EN PROBLEMAS
La charla va tomando forma, se ha roto el hielo y le consultó a la nueva estrella de Olimpia que le dio por regresar a Honduras.
“Me deportaron”-responde-, me mandaron a pasear (Risas).
-¿Por qué te deportaron?-le pregunto.
Por andar peleando.
-¿Te diste maceta con un salvadoreño?-.
No, fue con un puertorriqueño, fue en una pelea callejera, problemas de grupos. (Pelea de territorio).
Por esa riña Méndez estuvo dos años en la prisión de Rikers Island en New York.
“Ahí estuve de vacaciones je, je, je”, dice el volante olímpista.
-¿Qué cosas raras vistes en la cárcel?-.
Qué no vi compa. Solo maricones no se miran, porque los mandan aparte. Es que ya se imagina cómo pasan los presos. (Ríe).
¿Alguna vez te “verguiaron” en la cárcel?
Vergazo de veces, pero nunca me dejé, porque si te dejás no te van a respetar. Si ellos saben que respondés no te van a molestar.
Y como dicen en las películas…¿Alguna vez probaste “la onda”?
La mariguana sí, todos los días y cuando estuve en la calle también, pero solo eso. La coca nunca me gustó.
“Para que yo haya vencido eso he mantenido la mente ocupada. A veces se me viene recuerdos, pero no deseo regresar. Mis amigos que tengo en Lima me han ayudado para que siguiera jugando y para que no sugiera siendo pendejo”, confirmó Méndez.
PA´LANTE
En 2009 ya renovado y con las pilas bien cargadas, Bayron Méndez con 21 años tiene claro que tiene que sacarle provecho a su talento con la pelota.
Inició a construir su sueño con el Real Juventud de Santa Bárbara, luego se puso a prueba en Marathón, pero ahí Manuel Keosseián le puso color de hormiga a su estadía en San Pedro Sula.
Lo cortaron-“Por haberle dado un bailecito en un colectivo al equipo titular y me sacaron de la sede”-, dice entre risas Méndez.
De ahí se marchó a Comayagua para jugar con Hispano, pero no logran inscribirlo. En Victoria le dan la oportunidad con Jorge Pineda, pero las lesiones no lo dejaron en paz.
Luego se marchó a Parrillas One para jugar en Segunda División, pero fue en Platense donde empezó a salir en las portadas de los diarios nacionales.
“Estuve dos años y ahí fue donde exploté”, recuerda.
“Me costó muchísimo llegar a donde estoy, muchas puertas se me cerraron con tanto no que recibía en los equipos”, explica.
El tiempo ha terminado y Méndez tiene que marcharse. “Pero ahora mi mente está en ganar otro título con Olimpia y llegar a la Selección. Ahorita no nos va bien en el torneo, pero ya empezaremos a levantar. El gane contra Juticalpa es una inyección de ánimo”, concluye, da un fuerte apretón de manos y se va con la frente en alto…
FRASES
“El tatuaje más especial es de Jamileth, ella era mi tía y se murió de un infarto. Para ese tiempo estaba en la cárcel y me dolió mucho, porque se hizo cargo de mi mi infancia. No la volví a ver”.
“Cuando recibí mi primer salario en Olimpia me sentí contento y diferente. En Platense estuve un año de gratis, nunca cobre. Ese día pagué mis deudas y me compré una cama, televisor y ventilador”.
“Quiero seguir estudiando. Estoy esperando que me manden los papeles de Estados Unidos. Me interesa la carrera de ingeniería en sistemas”.
“Me ha tocado ir a la embajada pero no me han dado la visa americana. He hablado con Jorge Luis Pinto y me han dicho que me van ayudar. El gerente Gerardo Ramos esta haciendo todo lo posible para resolver mi problema”.
