Durante al semana pasada hemos asistido con sorpresa al anuncio de la acusación por parte de EEUU a uno de los grupos económicos más importantes y relevantes en Honduras, el grupo Continental.
Conozco poco o nada de la familia Rosenthal, pero como es típico en Honduras he oído del chisme, tanto para bien como para mal, el estigma en esta sociedad existe desde el día en que tienes dinero eres señalado, para muchos es imposible hacerte rico en un país como este si no robas o cometes actos ilícitos, muchos hondureños son capaces de rebatir las principales teorías económicas con una clara afirmación “ese que tiene dinero en algo pando anda”.
Mientras muchos esperan como audiencia en circo romano a que a esta familia se la arroje a los leones y sufran el peor de todos los castigos, es triste ver como una sociedad está más preocupada por la venganza que por la justicia a pesar de que muchos se las tiren de grandes religiosos…otros muchos pensamos en las personas que están sufriendo esta situación, desde los trabajadores a la propia familia Rosenthal.
El otro día imaginé la escena de Yankel llorando junto a su hija, en Miami, la incertidumbre que están viviendo, debo decir que no conozco a ninguno de ellos, pero pienso en mi hermana y en mi padre si algo parecido pasara, me acordé de mi abuelo que trabajó toda su vida para sacar adelante a mi familia y pensé en Don Jaime, traté de ser empático.
En ese ejercicio de empatía pienso en los 11.000 trabajadores que pueden sufrir la pérdida de sus trabajos si se produce la liquidación forzosa de la entidad, cifra que podría dispararse y afectar al resto de empresas del grupo no solo al banco. Pienso en un montón de amigos que trabajan en el grupo, lo duro que han luchado, las circunstancias que han pasado para llegar hasta dónde están y me veo a mi en esa situación que ya viví en otras etapas de mi vida. Padres, hermanos, madres, hondureños que pueden verse sin trabajo en un país en el que las oportunidades no es que sobren.
Siento rabia que importe más lo económico que lo humano, mientras las lacras que se robaron el seguro social siguen tomando decisiones y escondidas como diría un amigo, como cusucos.
Todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario y espero que todo termine en buenos términos por el bien de Honduras, porque en este caso se han antepuesto los intereses del vecino del norte al de muchos catrachos, pero no seré yo quien juzgue este hecho sino las autoridades a través del debido proceso.
Seamos empáticos señores, pensemos como seres humanos y no como autómatas, no deseemos el mal ajeno, todo es un karma y el mismo va y viene.
Feliz semana #SalvemosContinental #LiquidaciónVoluntaria