¡Hola Amigos de Radiohouse.hn!
La historia comenzó 27 años atrás desde entonces, un recorrido lleno de espinas, lleno de tristezas, amargos momentos, aunque claro, también hubo momentos lindos, pero sólo fueron flashazos de alegría que se iban juntando y juntando, pero que al final se nos escapaban como agua entre los dedos, alegrías que sólo simbolizaban poco porque al final nunca lográbamos consumar la alegría más grande de todas. Hoy mis amigos, es una fecha especial, para mí y sé que para muchos de ustedes porque sé que la recordarán como uno de los días más alegres de sus vidas, un día como hoy pero en 2009, es decir, hace 6 años fuimos felices, un día como hoy clasificamos a un mundial después de 28 años, clasificábamos a Sudáfrica 2010.
Para entonces, el DT de la selección nacional era Reinaldo Rueda Rivera, esa etapa comenzó el 24 de Marzo de 2007 en un partido vs El Salvador en Estados Unidos que ganamos 2-0, es decir que en ese momento no imaginábamos que 2,759 días después en nuestra cara se iba a dibujar la sonrisa más desmesurada en mucho tiempo, y que esas tierras gringas, iban a jugar un papel fundamental.
Aquel fue un día normal de los acostumbrados días de eliminatoria en nuestro país, nos levantamos temprano, íbamos al colegio o a trabajar, a la universidad, lo bueno sería más tarde, por la noche. Me lo recuerdo muy bien, las calles efusivas, vestidas de blanco y azul, la gente caminaba con orgullo con la piel de la Selección Nacional, aunque los ánimos estaban un poco decaídos esto debido a la derrota frente a Estados Unidos 2-3, cuatro días atrás, aquella derrota con el penal errado de Carlos Pavón que nos conducía al mundial, pero como todo en la vida cuesta, o quizás porque así estaba destinado, con sufrimiento y socazón vivimos aquella noche espléndida.
La eliminatoria se definía fuera de casa, se definía en tierras Salvadoreñas, por desgracia no sólo dependíamos de nosotros mismos, dependíamos de Estados Unidos que jugaba su partido simultáneo en tierras “Yankees” contra Costa Rica y claro, yo pensé tomando en consideración los antecedentes y comentaba con mis compañeros de último año de Secundaria: “Es fijo que Estados Unidos le gane a los ticos, nosotros le podemos ganar a El Salvador, además siempre les ganamos y listo, nos vamos a Sudáfrica”, se escuchaba muy lindo aquello, pero no fue tan simple, las ecuaciones en nuestra cabeza resultaban perfectas pero… ¿Y en la mente de los jugadores? ¿Y en la mente de Rueda? ¿Resultaban?
Aquellos partidos comenzaron de forma simultánea pero se dio lo que no estaba planificado ni en el plan del tico más optimista ni el gringo pesimista, Costa Rica le ganaba a USA de visita dos goles a cero al minuto 24’, ambos goles caían en un intervalo de 3 minutos, “¿QUÉ?, NO ES POSIBLE, ¡GRINGOS VENDIDOS!”, ese era el pensar común en nuestro país, Costa Rica hacía un partidazo y nosotros empatábamos a cero en el Cuscatlán. La tristeza, aquella que nos agobiaba desde 27 años atrás, la frustración de no poder acudir a una Copa del Mundo acechaba y con cada minuto que pasaba en ambos partidos, esa frustración iba ganando cada vez más almas hondureñas, la misma película, la de los sueños no cumplidos se paseaba frente a nuestros ojos…
Pero para la alegría de la gente apareció una sombra volando, una sombra de victoria que llegaba al rescate de millones de corazones catrachos que estaban más perdidos que sordo en tiroteo, si, Carlos Pavón voló, le dijo con la cabeza que no a la pelota pero si al grito de gol que fue gritado si en Honduras, pero quizás no con la efusividad correspondiente, esto debido que los ticos zarandeaban a los Estadounidenses y de momento no tenía el valor inmenso que tendría después, esto producto de la impotencia y la desazón de los que nuestros ojos percibían. Automáticamente cambié de canal, olvídate canal 5, me pasaba al canal 7, me pasaba de San Salvador a Washington, qué importaba el partido de momento, después de aquel golazo de Pavón, sentía que los vientos volaban a nuestro favor, sentía que la tarea nuestra estaba realizada, y entonces a esperar el milagro.
Comenzaba a ver los últimos minutos del duelo en tierras norteamericanas, me frotaba las manos, me pasaba del televisor de la sala al del cuarto y viceversa, por supuesto los nervios a flor de piel. Costa Rica agazapado esperaba atrás, Estados Unidos se mandaba al frente con lucha, decisión y dando clases de lo de siempre, de ser una cultura que sin importar el momento y la adversidad tenés que ir adelante y terminábamos diciendo entre nosotros “Esos gringos son así, nunca los podés dar por muertos”. Cuando de repente en medio de la angustia: GOL DE ESTADOS UNIDOS, GOL DE BRADLEY, EL HIJO DEL ENTRENADOR… La fortuna nos sonreía, faltaban 18 minutos más el descuento para que un milagro ocurra. El control del televisor no paraba de sonar sus teclas, pasando de un canal al otro, mirando de reojo ambos encuentros, hay que decir que por esos pocos minutos apoyamos a Estados Unidos como nunca.
Todo en nuestra contra, el defensor Onyewu se lesionaba por lo que Estados Unidos terminaría con 10 hombres ya que tenía los cambios agotados al minuto 84’, René Simoes se hacía expulsar, el DT tico perdía tiempo, poco a poco la felicidad eterna se iba desvaneciendo, la pequeñas gotas de esperanza se iban poco a poco por el caño cuando Archundia decidió dar un minuto más y qué minuto, cuando nos preparábamos para llorar de tristeza se escuchó la voz del relator en canal 7 que explotaba al mismo tiempo que nuestras gargantas y corazones “GOL, GOL, GOL, GOL, GOL, GOL DE ESTADOS UNIDOS, GOL DE ESTADOS UNIDOS, ESTAMOS EN EL MUNDIAL”, y las lágrimas eternas de alegría brotaron para nunca desaparecer…
Qué momento, mi pueblo lo merecía, en San Salvador se pitaba el final, no había para más, el gol de Pavón nos encendió la luz de la ilusión más que nunca y aquel zarpazo del lateral izquierdo Bornstein de Estados Unidos nos impulsaba al cielo. Aquel minuto 94:38 quedará registrado para siempre. Así lo vivimos, así lo sentimos, así recordamos la película del 14 de Octubre de 2009.
Feliz semana, abrazo de gol y nos leemos hasta el otro miércoles…