Confieso que ayer sentí un gran malestar cuando leí la carta redactada por Andy Najar, informando que por los momentos no será parte de la selección mayor de Honduras.
De una forma muy egoísta, pensé en la mucha falta que le hará al país, en este duro camino a un nuevo mundial.
“Najar es el mejor de Honduras, ¡cómo nos puede hacer esto! Tiene que pensar en el país, y olvidarse de todo, y ayudarnos a clasificar al Mundial”, son algunas cosas que pensaba como aficionado.
Sin embargo, estaba equivocado. Najar tiene su vida privada, y él tomó una decisión que debe respetarse. Él solo puede entender lo que le está sucediendo. En ningún momento, el jugador ha mostrado que no siente amor por el país, ni que no le interesa jugar por Honduras.
El jugador del Anderlecht es un talento catracho, formado en Estados Unidos, y que ha representado a nuestro país en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, y en el Mundial de Brasil.
Con apenas 22 años, se ha ganado un puesto como titular en el Anderlecht, y ha mostrado su calidad en partidos de la Uefa Champions League.
Tras el partido con Suiza en el pasado Mundial de Brasil, donde apenas jugó 13 minutos, pude entrevistarlo en la zona mixta del estadio de Manaos. Sentí su tristeza por la eliminación, pero también insatisfacción por no haber tenido mas participación.
En ese momento, considere que de la mano de Najar, Honduras volvería a los Mundiales, y que sería una de las figuras a seguir por todos nosotros. Que se convertiría en uno de los líderes dentro de la selección.
En esta nueva era, con Jorge Luis Pinto, fue Najar una de las figuras mas importantes en la clasificación a la Copa Oro, anotando dos goles contra Guayana Francesa. Y si bien, no nos fue bien en ese torneo, siempre Andy fue de los mas destacados.
Estoy seguro que desde que llegó Jorge Luis Pinto, también tuvo satisfacción en saber que contaba con un jugador con las condiciones de Najar.
Pero el fútbol es un deporte colectivo, y no porque Najar no esté disponible ahora, es que estamos eliminados. No será la ausencia de este jugador, una excusa en caso de no lograr los resultados.
Sigue teniendo el profesor Pinto recursos de donde escoger para enfrentar a Canadá el 13 de noviembre, y sacar un resultado positivo. También tratar de mantener la hegemonía sobre México, jugando en nuestra casa.
Entiendo que exista malestar y desilusión porque Najar no esté, pero hay que respetar a este joven futbolista. Tiene en estos momentos problemas familiares, y creo que nadie puede juzgarlo, por poner a su familia primero.
Quiero desearle a Najar éxitos en todo aspecto, y espero que resuelva ese problema familiar, y como señaló en su carta, volver a vestir la camisa de nuestro país para defenderla con “sudor, amor, y garra”.