¿Ellis el próximo David Suazo?

El delantero de Olimpia Alberth Ellis está en boca de todos los hondureños luego de sus destellos con la Selección Sub- 23 y con Olimpia. A sus 19 años ha tenido una carrera brillante en selecciones menores  y ahora va en busca de su primeros Juegos Olímpicos que se realizarán en Rio 2016.

A Ellis tengo poco tiempo de conocerlo, apenas una semana y puedo decir que es un chico buena onda y con grandes sueños. Poco para las entrevistas y habla lo necesario, pero puedo asegurar que estamos ante una joya del balompié nacional.  Un diamante en bruto.

Alberth Ellis me dice que la vida le ha cambiado y que ahora camina “pianito”.  Fotos, autógrafos y entrevistas es lo que más le piden al atacante olimpista. Sensación del equipo merengue.

“Ahora tengo como cinco mil amigos en Facebook”, me dijo en tono de risa Ellis.

Luché bastante para llegar a donde estoy. Desde pequeño he trabajado fuerte. Mi padre (Osman) y Dios me han ayudado mucho en mi carrera”, agregó.

Señores yo no sé si me llevarán la contraria, pero a mi juicio estamos ante un tremendo delantero del ADN de David Suazo.

Alberth Ellis tiene todo para triunfar en su carrera deportiva, es un delantero técnico, no es torpe con el balón, es atrevido y cuenta con una fortaleza que le ayuda a vencer fácilmente a los defensas de la Liga.

Me alegra que Olimpia le de toda la confianza a este cipote, Honduras tiene mucho que agradecerle mucho a Héctor Vargas y Nerlin Membreño. Ambos lo han bancado a muerte al cipote de 19 años.

Lo que más deseo es que Jorge Luis Pinto lo tome en cuenta en las eliminatorias de cara al Mundial de Rusia 2018. Será un buen negocio para Honduras y para Ellis.

-¿El próximo David Suazo?-.      

Me falta bastante para llegar a ser como David Suazo.  Es un jugador que tiene una gran historia y yo espero hacer la mía. Me identifico mucho con David Suazo, desde pequeño lo he admirado.

Alberth Ellis rómpela loco, estás en un momento clave de tu carrera y espero que no se te suban los humos.

“Tranquilo alero, que todo se lo dejo a Dios”, me dice y me da un fuerte apretón de manos. Me quedo tranquilo y confieso que este cipote es el extracto de la humildad.